La torre B2 del complejo administrativo de Petróleos Mexicanos (Pemex), donde se registró la explosión que mató a 37 personas por una supuesta acumulación de gas, se encontraba en perfectas condiciones, con un mantenimiento adecuado e  incluso del área de pilotes, demuestra la constancia de seguridad estructural expedida apenas el 9 de noviembre pasado.

 

El análisis estructural que permitió la expedición de dicha constancia, la cual quedó registrada ante la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Gobierno del Distrito Federal, con el folio 183/12, no advirtió un deterioro en alguna parte del inmueble, ni otra anomalía que pusiera en riesgo su estructura.

 

Una de las líneas de investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) respecto al motivo de la explosión ocurrida en la Torre B2,  apuntaba a que el gas pudo haberse acumulado durante meses en el área de pilotes, a través de alguna filtración, pues el último mantenimiento que se dio, se dijo, correspondía a junio de 2012.

 

Sin embargo, el análisis estructural, a cargo del ingeniero civil Antonio Rodríguez Vázquez y del que 24 HORAS tiene copia, no identificó irregularidades e incluso recalcó que el mantenimiento era el adecuado.

 

“Se observó que se da mantenimiento periódicamente a la cimentación a base de pilotes de control, lo cual se recomienda se siga realizando para mantener la verticalidad del edificio y tener un comportamiento satisfactorio ante próximos eventos, tal como ha ocurrido hasta ahora con los sismos ocurridos desde su construcción”, señala el estudio.

 

Se subraya que la revisión hecha a todos los niveles del edificio, empezando por la azotea hasta la cimentación, permitió verificar que no existía ningún daño, pese al sismo que tuvo lugar el 20 de marzo de 2012 en el Distrito Federal, con una intensidad de 7.4 grados Richter.

 

La única observación corresponde a un grado de oxidación del acero en las columnas de las plantas bajas, posiblemente por la lluvia o lavado de piso, pero no se trataba de una situación que pusiera en riesgo la estructura.

 

“En base a lo señalado en el Artículo 177 del Reglamento de Construcciones para el DF y a que el edificio ha presentado un buen comportamiento estructural y no presenta ningún daño que ponga en riesgo la estabilidad de este, se presenta su constancia de seguridad estructural”, concluye.

 

El análisis fue recibido y registrado el 9 de noviembre de 2012 en la ventanilla única de la Seduvi, en la delegación Miguel Hidalgo.

 

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Señalan a contratistas

 

El subprocurador de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la Procuraduría General de la República (PGR), Alfredo Castillo, confirmó que fueron los tres contratistas que daban mantenimiento a los pilotes de la Torre B2 los que provocaron la explosión, cuyo supuesto origen fue la acumulación de gas natural o gas metano.

 

“Está muy claro que estos empleados que se encontraban en esa zona causaron el estallido, lo que estamos viendo es cómo fue que se hizo”, indicó.

 

Recordó que los trabajadores de la empresa Copicosa traían consigo una lámpara conectada con una extensión, cuya clavija era “hechiza”, lo que pudo generar la chispa. También pudo generarse por un encendedor, una  fricción, o algo similar.

 

Autoridades con conocimiento del caso revelaron que cerca del cuerpo de uno de los contratistas se ubicó una cajetilla de cigarros.

 

Respecto al tipo de gas y su origen, sostuvo que aún no hay una hipótesis confirmada, por lo que siguen abiertas  las líneas que apuntan a una filtración desde la llamada Estación Búfalo, que pudo haberse acumulado por varios meses, o a la generación del metano por descomposición de elementos orgánicos.

 

Cuestionado sobre si hay consenso entre los expertos extranjeros que colaboran con el gobierno de México respecto a que la hipótesis de que la explosión fue producto de una acumulación de gas, Castillo sostuvo que “hay consenso respecto a que no se puede refutar lo que se ha dicho”, pero reconoció que algunos han señalado que se tiene que esperar a la total remoción de escombros.

 

El subprocurador confirmó que el Ministerio Público solicitó  las bitácoras de mantenimiento, vía oficio a Pemex, para conocer el mantenimiento preciso que se le ha dado al edificio.

 

Falsa alarma causan pánico y desalojo

 

Un reporte de olor a gas y una bolsa con desechos de comida fueron suficientes para generar pánico y alarma el día de ayer en las instalaciones de Pemex, lo que provocó que tuviera que ser desalojada la torre principal y los edificios aledaños, en plena jornada de reinicio de actividades tras la explosión del jueves pasado.

 

La emergencia se reportó en los radios de seguridad de la paraestatal al filo de las 12:30 horas, luego de que los trabajadores dijeron que notaban olores extraños entre el piso 24 y 26 de la Torre Ejecutiva.

 

Se ordenó de inmediato la salida de más de cinco mil trabajadores que se encontraban en este edificio y otros dos mil de inmuebles aledaños, situación que causó nerviosismo, crisis nerviosa, llanto y angustia en parte de los empleados, quienes temieron revivir el evento acontecido la semana pasada.

 

La circulación en Marina Nacional fue cerrada por la policía capitalina aproximadamente 15 minutos, mientras que los cuerpos de emergencia llegaron al sitio para atender a los posibles lesionados. La ambulancia A0871 del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) atendió a dos empleadas por crisis nerviosa.

 

Casi media hora después del primer reporte se confirmó que no existía riesgo, pues no hubo fugas de gas y el otro olor desagradable que se percibía provenía de una bolsa con varios alimentos en mal estado, que al parecer fue dejada en la torre desde el jueves pasado.

 

Además de esta situación, no se presentaron mayores incidentes durante la jornada laboral, aunque varios trabajadores tuvieron que transitar entre las distintas unidades y elementos de las dependencias federales que participan en la investigación.

 

En varios negocios aledaños al complejo administrativo ubicado en la colonia Verónica Anzures se repartieron volantes en los que Pemex agradeció a vecinos y comerciantes el apoyo brindado durante la emergencia del 31 de enero.

DATO 

 

PGR con apoyo del GDF, inició el análisis del terreno en el que se encuentra asentado el complejo administrativo. Se abrieron coladeras para estudiar gases y se solicitaron estudios de uso y características del suelo.