NUEVA YORK. Las acusaciones de fraude del gobierno de Estados Unidos contra Standard & Poor’s se basan en correos electrónicos y otros documentos que según las autoridades comprueban que la agencia de calificación crediticia asignó intencionalmente calificaciones altas a inversiones hipotecarias riesgosas, que al final se desplomaron y que ayudaron a detonar la crisis financiera.
S&P rechaza las acusaciones. Afirma que los correos electrónicos fueron sacados de contexto y que no prueban ningún acto ilegal. Aquí algunos ejemplos de la evidencia presentada por el gobierno:
Un memorándum de julio de 2004 dijo a empleados que “cualquier preocupación acerca de la objetividad, integridad o validez” del proceso de calificación debía ser expresada en persona, no por escrito.
“Si no es factible hablar con la persona, sólo entonces deben expresarse estas preocupaciones en un correo electrónico o memorándum escrito”.
En agosto de 2004, un ejecutivo expresó preocupación de que S&P perdería negocio ante sus firmas rivales, como Moody’s y Fitch, a menos que diera calificaciones más favorables a las inversiones.
“Nos reuniremos con su grupo esta semana para analizar los ajustes de criterio para calificar CDO (obligaciones de deuda colateralizadas, un tipo de inversión) de activos de bienes inmuebles debido a la persistente amenaza de perder negocios”.
En una denuncia civil presentada el lunes en la noche, el gobierno dijo que S&P engañó a los inversionistas al afirmar que las calificaciones que hacía eran objetivas y ajenas a la influencia de cualquier conflicto de intereses.