La próxima semana sera el Día del Amor y la Amistad. Ya muchos hoteles, así como restaurantes, están anunciando promociones y menúes especiales y festejos que habrá para la ocasión. Siempre en estas fechas siento un poco de ambivalencia, de un lado me encanta pensar en que existe un día especial para celebrar el amor, pero también es evidente que la vida de pareja y en general los amigos se beneficiarían mucho más, sí siempre tuviéramos detalles y no sólo los reserváramos para estas ocasiones. En la convivencia cotidiana hasta los más pequeños detalles son los que a la larga tienen un mayor impacto.

 

Justo en su más reciente libro, intitulado Encontrando el amor otra vez: 6 simples pasos para una nueva y buena relación, la Dra. Terri Orbuch, le preguntó a divorciados qué es lo que habían aprendido sobre los errores en su relación que los habían llevado al divorcio. Sorpresivamente, 15% de los encuestados decían que podrían haber sido más amables y afectivos con su pareja, incluyendo cumplidos, besos, abrazos y palabras de afecto, ya que la Dra. lo que dice es que al expresar el amor y cuidado se crean lazos de confianza. El 49% recomienda encontrar mejores mecanismos para discutir y resolver las finanzas personales de la pareja. Entre otras recomendaciones incluye: dejar el pasado en el pasado, olvidarse de culpar a la pareja y comunicarse de una manera diferente dejando fuera la emoción y el enojo. Sin duda, es evidente, que un Día del Amor y la Amistad no podrá salvar una relación que ha estado abandonada.

 

Sin embargo, las estadísticas no pueden mentir, casi todos festejamos este día. De acuerdo con datos proporcionados por la Profeco resultante de una encuestarealizada por TNS Research International en 2011, 80% de los entrevistados contestó que cada año festeja el Día del Amor y la Amistad. En general, los enamorados envían un mensaje de texto, organizan una comida o una cena romántica; y un número menor da regalos, de los cuales los favoritos son los chocolates y dulces, flores, globos, tarjetas y peluches.

 

¿Pero que podemos hacer para esa persona especial en ese día? Más allá de comprar una caja de chocolates o unas flores, ¿por qué no hacer algo especial y olvidarnos sólo de gastar dinero en detalles pasajeros?, ¿por qué no invertir en la relación para el largo plazo?

 

Cuando pienso en los orígenes del día de San Valentín, son historias de amores prohibidos, de leyendas, del triufo del amor sobre las circunstancias de la vida. Una versión cuenta que esta celebración se remonta a épocas romanas y mártires de la iglesia católica. En la antigua Roma cuentan que Valentín era un sacerdote que vivió en el Siglo III en Roma y que cuando Claudio II prohibió el casamiento de su ejército, porque se percató que los hombres solteros eran mejores soldados que los casados, Valentín entendió lo injusto del decreto y continuó a celebrando matrimonios entre jóvenes enamorados. Esto naturalmente lo llevó a la muerte. Otra leyenda cuenta cómo otro mártir de nombre Valentín encontró la muerte por ayudar a los cristianos a escapar en las prisiones romanas, no sin antes en prisión, enamorarse de la hija de uno de sus celadores y mandarle la primera carta firmada de parte de su Valentín, convirtiéndolo en la Edad Media en uno de los santos más populares, por su carisma y valentía en Inglaterra y Francia. Años después, la iglesia católica decidió utilizar la fecha del aniversario de la muerte de San Valentín para cristianizar la celebración pagana del festival de Lupercal. En la antigua Roma esta era la época de purificación que marcaba el inicio de la primavera y que terminaba con el festival de la fertilidad dedicado a Fanus, el dios romano de la agricultura, así como los fundadores de Roma, Rómulo y Remo. Esta celebración incluía una lotería de nombres para formar nuevas parejas de enamorados, lo cual a la iglesia católica no le pareció. El papa Gelasio declaró el 14 de febrero el día de San Valentín en 498 D.C. y después en la Edad Media, dado que el 14 de febrero se consideraba el inicio de la temporada de apareamiento de pájaros, se vinculó además esta fecha con un día de romance. A través de los siglos esta costumbre se popularizó, haciendo común que amigos y amantes se intercambiaran pequeños detalles que mostraran su afecto o enviaran notas escritas a mano. Con el tiempo, las tarjetas comenzaron a reemplazar las notas escritas a mano y después con la reducción en los costos postales hicieron que se popularizara aún más mandar estas tarjetas.

 

¿Por qué no escribir una pequeña nota llena de amor para ese ser querido? ¿Y si acompañas esa nota con un desayuno casero o un pequeño postre especial? Como te imaginarás, para mí siempre la mejor manera de compartir mi cariño y amor hacia mis seres queridos es a través de la comida. Por eso querido lector, mi regalo para ti para este Día del Amor y la Amistad, son dos recetas fáciles de hacer y que harán sentir especial a cualquier ser querido. Te invito a que más que gastar en un día, inviertas en el resto de tu vida para asegurar que la vivas acompañado de esos seres queridos que la hacen tan especial.

 

Espero que tengas un maravilloso fin de semana y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!

 

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Hot Cakes

(8 piezas)

1 taza de harina

1 cucharada de azúcar

2 cucharaditas de polvo para hornear (Royal)

¼ de cucharadita de sal

1 huevo batido

1 taza de leche

2 cucharadas de aceite para cocinar

¼ barra mantequilla (para cocinar en el sartén)

 

Preparación:

Pon una sartén o parrilla a calentar. En un recipiente incorpora los ingredientes secos: harina, azúcar, polvo para hornear y sal. En otro recipiente mezcla los ingredientes líquidos: huevos, leche y aceite. Incorpora la mezcla de la harina en la mezcla de los líquidos. Incorpora la mezcla dejando algunos grumos (esto hará que estén más esponjonsos).

 

Agrega un poco de mantequilla a la sartén para que no se peguen los hot cakes. Después con una medida de un cuarto de taza, toma una porción de la mezcla y suavemente ponla en la sartén. Cocina los hot cakes hasta que estén dorados y empiecen a hace pequeñas burbujas en la superficie y veas que las orillas están cocinadas. Voltéalo y estará listo cuando también esté cocinado de ese lado.

 

Sírvelo con un poco de miel maple o miel natural.

 

Pastel tibio de chocolate
(8 pastelitos elaborados en un molde pequeño)

1 barra de mantequilla

100 gms de chocolate semi-amargo

2 huevos

2 yemas de huevo

1/4 taza de azúcar

2 cucharadas de harina

Cocoa y mantequilla adicional para espolvorear en moldes

 

Preparación:

 

En baño maría derrite la mantequilla con el chocolate. Mientras se derrite, bate los huevos y la taza de azúcar, hasta que se haya incorporado y la mezcla tenga mayor volumen. Una vez batido, incorpora suavemente la mezcla de chocolate en la mezcla de los huevos. Una vez incorporado el chocolate agrega la harina. Cubre los moldes con un poco de mantequilla y cocoa y agrega la mezcla. Hasta éste paso se pueden meter los moldes en el refrigerador no más de 2 horas. Mete en el horno de 5 a 7 minutos con temperatura de 230 C o 450 F y sirve inmediatamente.