CIUDAD DEL VATICANO. Benedicto XVI anunció hoy su renuncia al pontificado y anticipó el fin su ministerio como Papa número 265 de la historia de la Iglesia católica, puesto al que él mismo dijo prefería no haber sido elegido.

 

Nacido el 16 de abril de 1927 en el sureño poblado alemán de Marktl am Inn de un matrimonio católico compuesto por un policía y una cocinera, Joseph Ratzinger pasó su adolescencia en Traunstein en cuyo seminario cursó primero sus estudios escolares y sacerdotales después.

 

En aquel tiempo ingresó a las Juventudes Hitlerianas durante una de las campañas forzadas de reclutamiento y pasó tres años en el frente, hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, donde desempeñó labores secundarias en el ejército alemán.

 

Ratzinger fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951, obtuvo el doctorado en teología y fue habilitado a la docencia, gracias a una tesis sobre el pensamiento de San Buenaventura, en las universidades de Freising, Bonn, Tubinga, Muster y Ratisbona.

 

Durante el Concilio Vaticano II fue experto teólogo asesor de varios obispos y en 1977 Pablo VI lo nombró arzobispo de Munich, mientras que el 27 de junio de ese mismo año lo nombró cardenal con lema episcopal “Colaborador de la Verdad”.

 

Como Cardenal participó en los Cónclaves de 1978 de los cuales salieron electos los Papas Juan Pablo I y Juan Pablo II, quien en 1981 lo eligió como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

 

Ha sido presidente de la comisión de preparación del Catecismo de la Iglesia Católica, vicedecano y, después, decano de los cardenales. A la muerte de Juan Pablo II fue elegido Papa el 19 de abril de 2005, a la cuarta votación de los purpurados.

 

Teólogo fino, hombre tímido dotado de gran capacidad de escucha, maestro en el predicar en modo accesible temas complejos en sus casi ocho años como Papa, durante los que reunió a millones de personas, cumplió más de 20 viajes internacionales y otros tantos en Italia.

 

Escribió el libro “Jesús de Nazaret” en tres volúmenes, tres cartas encíclicas, luchó contra la pederastia en el clero, afrontó numerosas crisis de gobierno, entre las cuales destacan el conflicto por el obispo “negacionista” Richard Williamson y el más reciente “vatileaks”.