CARACAS. La corporación estadunidense Colgate-Palmolive, que produce productos de higiene y de belleza, prevé pérdidas por 120 millones de dólares para el primer trimestre de 2013 por efecto de la devaluación de bolívar que acordó el gobierno venezolano.
La compañía indicó en un comunicado difundido en su página de web que por efecto del ajuste cambiario, que llevó el precio del dólar de 4.30 bolívares por dólar a 6.30 bolívares por dólar, Colgate-Palmolive podría incurrir en una pérdida, después de impuestos, de aproximadamente 120 millones de dólares o 25 centavos de dólar por acción.
De acuerdo con las estimaciones preliminares de la empresa, sus ganancias por acción se reducirán de cinco a siete centavos por trimestre en 2013 por la conversión de los estados financieros al nuevo tipo de cambio en Venezuela.
Los títulos de la corporación se cotizan en el mercado de valores estadunidense, no en Venezuela, pero el impacto se reflejará en el registro de sus activos en los libros.
El mercado venezolano representa cerca de 5% de las ventas netas consolidadas de Colgate-Palmolive.
Las autoridades venezolanas anunciaron a finales de la semana pasada que a partir del 13 de febrero comenzará a regir una nueva tasa de cambio de 6.30 bolívares por dólar, lo que representa un salto de 46.5% en el precio de la divisa estadunidense.
Alterno a la medida de devaluación, el gobierno decidió endurecer el control cambiario, vigente desde hace una década, al eliminar el mercado paralelo de entrega de divisas a través de la venta de bonos en dólares, llamado Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme) donde la cotización de divisa estaba en promedio en 5.3 bolívares por dólar y era manejado por el Banco Central.
El Sitme desde su creación atendía cerca de 20% de la demanda local de divisas. A ese mecanismo acudían principalmente las grandes y medianas empresas que requerían de dólares para adquirir en el exterior insumos para sus operaciones.
Desde noviembre pasado el gobierno había comenzado a reducir progresivamente la venta de divisas en el Sitme, lo que originó fuertes presiones en el mercado cambiario que hicieron saltar la paridad del llamado «mercado negro», y generaron severos problemas de escasez de algunos alimentos básicos, repuestos de maquinarias e insumos.
Desde hace dos meses la inflación viene registrando una fuerte aceleración, lo que llevó la tasa anualizada en enero a 22%.
Mientras que el gobierno ha intensificado los controles en una década, ha florecido un mercado negro ilegal y el valor del bolívar se ha visto erosionado. En las operaciones de mercado negro la moneda estadunidense se ha cotizado más de cuatro veces por encima del cambio oficial.