Banamex vendió 20.33% de su participación accionaria en Aeroméxico a un grupo de empresarios mexicanos encabezados por Eduardo Tricio Haro, presidente de Lala.

 

“Por la operación anunciada este martes, Banamex recibió aproximadamente dos mil millones de pesos, que serán usados para el negocio bancario en México”, explica Paulo Carreño King, director de Comunicación de la institución financiera.

 

En noviembre de 2012, 24 HORAS informó que la inversión de Banamex-Citigroup realizada desde 2007 en la aerolínea había sido pactada de manera temporal y no habría una sorpresa si se anunciaba una desinversión.

 

“Cuando se haga -la desinversión- sea mañana o en cinco años no debería ser una sorpresa”, aseguró el año pasado Andrés Conesa Labastida, director general de la línea aérea, en entrevista con este diario.

 

Ayer, las acciones de la aerolínea mexicana cerraron con una ganancia de 8.77% en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), tras conocerse la operación.

 

En octubre de 2007, 100% de las acciones del Consorcio Aeroméxico fueron adquiridas por 16 inversionistas mexicanos y por Banamex, una subsidiaria del banco estadunidense Citigroup, a través de una oferta pública en la BMV.

 

La institución bancaria y los empresarios mexicanos encabezados por José Luis Barraza, ex presidente del consejo de administración de la firma, pagaron más de 249.1 millones de dólares por la aerolínea mexicana.

 

En ese momento, se desató una puja e inconformidad, luego de que por un retraso de 2:42 minutos los empresarios Moisés Saba Masri y Alberto Saba Raffoul no pudieron quedarse con la compañía, aun cuando su propuesta por la aerolínea era de 249.47 millones de dólares.

 

“Banamex vendió una participación equivalente a 20.33% del capital de Aeroméxico y conserva 16.11%. El porcentaje de la empresa que adquirió el grupo de empresarios mexicanos encabezado por Eduardo Tricio Haro es de 20.19%”, precisó la aerolínea mexicana al cierre del mercado de valores.

 

“El grupo de empresarios está conformado por los mismos accionistas de Aeroméxico que participaron en la compra de la aerolínea en 2007 y que desde entonces han invertido en ella”, dijo la aerolínea.

 

Los inversionista pagaron 16.50 pesos por acción de Aeroméxico.

 

TOMA LA PRESIDENCIA

 

Agregó que como resultado de la operación de compra-venta anunciada en la BMV, ningún consejero individual de Aeroméxico tendrá una participación accionaria superior a 10%, salvo Tricio Haro, quien también es consejero en corporativos como Banamex, Televisa, Mexichem, Grupo Industrial Saltillo y Grupo Porres.

 

Para esta nueva etapa de la empresa dejó a Eduardo Tricio Haro al frente de la presidencia del consejo de administración, y a Valentín Diez Morodo, vicepresidente ejecutivo y director general de ventas y exportaciones de Grupo Modelo, en la vicepresidencia.

 

La Comisión Ejecutiva de Aeroméxico removió a José Luis Barraza González, quien durante cinco años estuvo en la presidencia de Aeroméxico, mientras ratificaron a Andrés Conesa como director general.

 

La aerolínea reconoció la labor de Barraza González, ya que estuvo desde el proceso de adquisición de la aerolínea hasta la restructura de la empresa, que permitió el fortalecimiento del balance financiero.

 

Durante 2012, Aeroméxico transportó 14 millones 812 mil pasajeros, lo que representa un incremento de 3.3% respecto al año anterior.

 

TEMPORAL

 

“Desde que Banamex participó en la compra de Aeroméxico, junto con un grupo de empresarios mexicanos en 2007, dejó claro que era una inversión temporal y se inscribía en el compromiso del banco de participar en sectores claves de la economía mexicana”, explica el vocero del grupo financiero filial de Citigroup.

 

Gradualmente se ha ido desinvirtiendo en la aerolínea, sin embargo la operación comunicada a los inversionistas este martes es la más importante en los últimos años, comenta.

 

“Banamex en los últimos cinco años ha desinvertido dos terceras partes de su participación en Aeroméxico, y sólo se queda con 16.11% del capital social”, dice Carreño King.

 

El Grupo Financiero en la década de 1960 participó en el impulso de la industria textil, en los 70 estuvo fortaleciendo la industria hotelera y recientemente en las telecomunicaciones.

 

“Tener una aerolínea es un muy buen negocio, porque se ha consolidado como una empresa mexicana. Aunque es cierto que enfrenta retos como la apertura de nuevas rutas y mejorar los precios y servicios de la empresa”, dice Paulo Carreño en entrevista.

 

Agrega que aun cuando han habido aerolíneas mexicanas que han quebrado en la última década, existen otras que se han consolidado, tal es el caso de Aeroméxico y de sus competidoras Interjet, Volaris y las internacionales.

 

Según el reporte financiero de la aerolínea, desde 2007 hasta el 31 de diciembre de 2011 los nuevos accionistas han inyectado dos mil 800 millones de pesos en efectivo como nuevas aportaciones al capital.

 

En 2011, la firma anunció un importante plan de expansión para adquirir 20 aviones nuevos y propios. Adicionalmente, en 2012, Aeroméxico anunció la orden de compra de 100 nuevos aviones, 90 Boeing 737 MAX y 10 Boeing 787-9 Dreamliner (los mismos que aterrizaron en todo el mundo por los problemas con las baterías).