Durante la clausura del Seminario sobre las Implicaciones Constitucionales del Pacto por México, tanto PAN como PRD, representados por los senadores Roberto Gil y Manuel Camacho Solís, respectivamente, sumaron varias críticas a dicho acuerdo firmado por el gobierno federal y por sus propios partidos, encabezados por sus dirigentes, además del gobernante Partido Revolucionario Institucional.

 

Durante su intervención en el evento organizado por la UNAM, Camacho Solís aseguró que este programa de reformas “adolece” de “severas deficiencias”, las cuales, irán aflorando en cuanto avance el gobierno entrante. Entre ellas, enumeró que éste consta de una agenda “inmensa” difícil de cumplir, ya que 95 compromisos son demasiados.

 

Asimismo, el perredista aseguró que el Pacto “dejó suelto” el manejo de los tiempos, ya que su cronología no responde a una estrategia política, debido a que durante estos seis años a los compromisos se le atravesarán varias coyunturas políticas como las elecciones.

 

“El primer shock político al Pacto ocurrirá el segundo semestre cuando se presenten la reforma energética y hacendaria, el problema no es de llenar casilleros… el problema es de economía política, deducir quién va a pagar el costo de un cambio fiscal que alterará todos los equilibrios de fuerzas, es factible, ¿quién va a pagar la cuenta?”, cuestionó.

 

En este mismo sentido aseguró que otro obstáculo al Pacto serán los mismos disidentes que ya muestran desacuerdos con las reformas: “Las resistencias vendrán de la sociedad y de la calle… sobre todo al momento en el que se arranquen las reformas energética y fiscal”.

 

Al encuentro organizado por la UNAM asistieron ambos legisladores, además del senador priista Raúl Cervantes, quien aseguró que el Pacto por México es un índice de los acuerdos mínimos a los que se puede llegar en un sistema dividido de partidos y, aseguró, los temas pertenecen a las agendas de los partidos políticos.

 

En tanto, Gil coincidió con Camacho al asegurar que la agenda es “audaz” ya que plantea una tal vez “difícilmente procesable” porque hay diversas coyunturas que acercan o alejan a los actores políticos.

 

Una crítica lanzada por el panista hacia el acuerdo fue que como mecánica, “deja mucho que desear”, ya que no respetó el ciclo de competencia electoral porque a menos de un año de haber entrado el nuevo gobierno, el país se perfila para otra competencia política con las elecciones de este año en 14 estados y no existe ningún mecanismo que blinde al Pacto de la competencia electoral.

 

Otro vacío en el pacto, apuntó Gil, es que éste carece de los mecanismos para “disolver los enclaves autoritarios en los estados”, y ejemplificó el caso de la deuda contraída por el ex gobernador priista Humberto Moreira, ya que dijo, los estados están sujetos a una “hegemonía política” sin contrapesos.