Sergio García Ramírez nunca quiso ser consejero del IFE. En la década de los 80 fue secretario del Trabajo, procurador de la República y precandidato a la Presidencia por el PRI. Luego viró a la academia. En diciembre de 2011, recuerda, se dedicaba a su trabajo en la UNAM cuando lo invitaron al IFE: el instituto llevaba 14 meses sin tres consejeros, y los comicios presidenciales estaban a la vuelta de la esquina. Él afirma que aceptó, advirtiendo que sólo estaría hasta que concluyera el proceso electoral. Así lo hizo, pero sus últimas dos votaciones fueron polémicas: pese a haberse inhibido inicialmente, decidió votar en el caso Monex para que no se multara al PRI. Y su voto fue el decisivo. Días después, decidió retirarse de la sesión en la que se analizaba si posponer o no el debate de los gastos de campañas presidenciales, y al final se pospuso. Posteriormente, García renunció.

 

¿POR QUÉ DEJÓ EL IFE EN ESTE MOMENTO DE DEBATE ELECTORAL?

 

Estoy dando cumplimiento a una antigua decisión comunicada de tiempo atrás a quienes me hicieron el honor de invitarme a formar parte del Consejo. Ésta es una etapa y ya se había cumplido. Ha sido decisión mía desde hace varias semanas, y espero reintegrarme a lo que estaba haciendo antes de llegar al IFE, que es la vida académica.

 

HIZO PÚBLICA SU SALIDA DEL IFE EL DÍA DE SU CUMPLEAÑOS…

 

Setenta y cinco años son una buena edad para decir ‘bueno, cierro un capítulo y abro otro’. Setenta y cinco años son un buen número y ayudan a meditar sobre ciertas coyunturas y decisiones. Es una decisión que tiene sentido.

 

¿POR QUÉ ACEPTÓ UN CARGO DE CONSEJERO ELECTORAL, QUE DURA SIETE AÑOS?

 

El cargo en efecto es para varios años, pero yo conversé en el momento en que se me invitó. (Dije) que sí lo iba a hacer, pero en función de mis circunstancias y otros factores. Eso quedó perfectamente claro y establecido. La decisión tomó en cuenta las circunstancias en las que se encontraba el Consejo General (diciembre 2011). Llevaban 14 meses sin consejeros, existía un problema para conformar el Consejo General y había tres vacantes. Comenté: “Si puedo ser útil, seré útil y encantado, pero será por un tiempo, no por más”.

 

¿LA DECISIÓN DE IRSE EN ESTE MOMENTO TUVO QUE VER CON EL CASO MONEX?

 

Absolutamente no. Lo que acabo de comentar son los argumentos y no tiene nada que ver ninguna situación de estos últimos días en el instituto. El caso de Monex es un tema muy singular y en algún medio se mencionó mi antigua y real relación con una familia muy respetada como los Fraga, el maestro Gabino Fraga y sus familiares (señalados por vínculos con Monex). Yo fui testigo de bodas de Gabino nieto, eso fue hace 13 años, y eso se mencionó como si tuviera algo que ver con mi actuación futura del llamado caso Monex. He tomado mis propias decisiones, mis reflexiones y he votado en consecuencia. He mantenido mi postura, he votado a veces en favor de un partido, otras en favor de otro. No llegué a la consejería para apoyar a ningún partido, sino al sistema democrático mexicano. Cuando pasó esta situación yo me retraje de participar en el caso para no interferir en la buena marcha de este asunto en el IFE. Nunca dudé de mi objetividad y por supuesto no tenía conflicto de intereses. Ahí se podrá ver que no tiene que ver ninguna situación de estos últimos días, es una cuestión que viene de atrás y que tiene sus propias razones.

 

¿USTED ASPIRÓ EN ALGÚN MOMENTO A SER CONSEJERO DEL IFE?

 

Este cargo yo no pretendía, yo no era candidato, nunca lo he sido y nunca lo fui. En la circunstancia en la que se encontraba el IFE estimé que era un deber ciudadano atender a la amable invitación que se me hacía y así lo hice, no sin mencionarle a los tres coordinadores de las fracciones parlamentarias que tenía en mente trabajar en esto durante el proceso electoral y después retornar a mis actividades que estaba desarrollando.

 

¿SE VA CONTENTO?
Me retiro muy satisfecho y muy reconocido por llegar a un cargo que yo no procuré y sí se me invitó. Me voy con una plena satisfacción.