Un cineasta en la Universidad de Plymouth ha desarrollado una forma de cine interactivo que puede modificar la trama de la película de acuerdo con el estado anímico del espectador.
Si el observador está demasiado relajado, se muestran imágenes de tensión, ante demasiado drama se pasan escena más ligeras y todo se hace en tiempo real gracias a un sensor que detecta la actividad cerebral y por lo tanto las emociones del portador.
La primera película que se desarrolló para éste sistema, se llama “Many world” y tiene una duración de 15 minutos.
Para su consolidación, los actores rodaron prácticamente cuadro películas distintas, pero basadas en la misma historia, de forma que existe 4 finales que se ofrecen de acuerdo a las necesidades emocionales de los que ven el cortometraje.
Al momento de la proyección, el director necesita a cuatro voluntarios de la audiencia a quienes se les adaptan distintos sensores.
A uno de ellos se le monitorearán los latidos, a otro las ondas cerebrales, al tercero se le observarán los niveles de transpiración y el voluntario final tendrá un dispositivo en su brazo que medirá la tensión muscular.
La edición del filme se hace prácticamente en vivo y se lleva a cabo con en las lecturas que arrojan las lecturas de los sensores en los volutarios.
Conoce más de ésta película en éste video.