BEIJING. La pista de varios ataques cibernéticos en que se robaron una cantidad masiva de información de contratistas militares, compañías de energía y otras industrias clave en Estados Unidos y otros países lleva a la puerta de una unidad militar china, alegó el martes una firma estadounidense de seguridad cibernética.

 

La cancillería de China desestimó el informe, alegando que “no tiene fundamento”, y el ministerio de Defensa negó estar involucrado en algún tipo de ciberataque.

 

China ha sido acusada frecuentemente de ciberataques, pero el informe de la compañía Mandiant Corp., con sede en Virginia, contiene algunas de las acusaciones más detalladas hasta la fecha que vinculan sus fuerzas armadas con una ola de ciberataques contra Estados Unidos y compañías y entidades de gobierno de otros países.

 

Mandiant dijo que siguió la pista de los ataques hasta un vecindario en las afueras de Shanghái donde hay un edificio de 12 pisos dirigido por la “Unidad 61398” del Ejército Popular de Liberación.

 

La unidad “ha robado sistemáticamente cientos de terabytes de información de por lo menos 141 organizaciones”, escribió Mandiant. En comparación, el archivo en Twiter de la Biblioteca del Congreso en el período 2006-2010, de aproximadamente 170.000 millones de tuits, contiene un total de 133.200 terabytes.

 

“Según nuestras observaciones, este es uno de los grupos más prolijos de espionaje cibernético en términos de la cantidad de información robada”, dijo la compañía. Agregó que la unidad está en operaciones desde por lo menos 2006.

 

Mandiant informó que decidió que revelar los resultados de su investigación valía la pena a pesar del riesgo de los que los piratas informáticos cambiaran sus tácticas y se hicieran más difíciles de detectar.

 

“Es hora de reconocer que la amenaza tiene su origen en China y queremos hacer nuestra parte para armar y preparar a nuestros profesionales de seguridad para combatir esa amenaza con efectividad”, expresó la compañía.

 

En una declaración enviada por fax a The Associated Press, el ministerio de Defensa chino rechazó firmemente cualquier papel en los ciberataques, y alegó que la ley china prohíbe cualquier actividad que atente contra la seguridad en internet.

 

Hong Lei, portavoz de la cancillería china, no mencionó directamente las alegaciones, pero cuestionó el informe el martes, diciendo que dudaba de que la evidencia apoyara un análisis real.

 

China y EU llevan meses enzarzados en una campaña de recíprocas acusaciones de ciberespionaje.

 

En octubre, un informe del Congreso estadounidense recomendó limitar el acceso al mercado estadunidense de las empresas de telecomunicaciones chinas Huawei y ZTE debido a preocupaciones sobre la seguridad y la posibilidad de espionaje.

 

A finales de enero, el diario “The New York Times”, que en octubre se enfrentó a las autoridades de Pekín al publicar un reportaje sobre la riqueza de la familia del primer ministro Wen Jiabao, informó de que piratas informáticos chinos se habían infiltrado en su sistema durante cuatro meses.

 

En medio de estas tensiones entre la primera y la segunda economía mundial, Estados Unidos debate aprobar un reglamento por el cual Washington podría acometer ciberataques “preventivos” sin una declaración de guerra previa.

 

Este tono bélico ya fue utilizado por el secretario de Defensa estadounidense Leon Panetta, cuando, en un discurso en Nueva York en octubre, advirtió que EEUU hace frente “a un ciber Pearl Harbor”, en mención a posibles ataques de piratas informáticos iraníes, rusos o chinos.

 

EU evita comentar informe

 

WASHINGTON. El Gobierno de EU evitó comentar sobre un informe que sitúa el origen de buena parte de los ciberataques contra su país en una unidad del Ejército chino, pero subrayó la necesidad de aumentar el diálogo con Pekín sobre el tema.

 

La Casa Blanca y el Departamento de Estado rechazaron evaluar o hablar sobre posibles medidas a raíz del informe elaborado por la empresa especializada estadounidense Mandiant, al señalar que se trata de información de inteligencia.

 

“No tengo comentarios sobre el informe ni las acusaciones específicas. Pero hemos planteado repetidamente nuestras preocupaciones sobre el robo cibernético con los altos niveles del Gobierno chino, incluido el Ejército, y lo seguiremos haciendo”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

 

“Estados Unidos y China están entre los mayores actores cibernéticos del planeta, y es vital que mantengamos un diálogo continuo y significativo y trabajemos juntos para desarrollar un entendimiento de lo que es el comportamiento aceptable en el ciberespacio”, añadió.

 

El Departamento de Estado ha establecido un diálogo exclusivamente sobre ciberseguridad con el ministerio de Exteriores chino, según señaló hoy la portavoz de la diplomacia estadounidense, Victoria Nuland.

 

“Los últimos informes públicos dejan claro que tendremos que seguir trabajando en esto, porque es una seria preocupación”, afirmó Nuland. EFE