ROMA. El 30% de italianos que aún no ha decidido a quién votará o si hacerlo en las elecciones del 24 y 25 de febrero puede tener un enorme peso en los resultados, que se prevén ajustados sobre todo en el Senado.
El director del instituto de encuestas de opinión IPSOS, Renato Mannheimer, analiza el peso que tendrán los indecisos y sobre todo los 5 millones de electores que deciden en el último minuto, en un artículo que publica hoy el diario Corriere della Sera.
Aunque en Italia no se pueden publicar sondeos electorales desde 15 días antes de las elecciones, Mannheimer asegura que el número de indecisos en estos últimos días no ha variado y que son cerca del 30 %.
Según los sondeos, se trata sobre todo de mujeres, principalmente las más jóvenes, generalmente residentes en el sur de Italia y, entre ellas, amas de casa o jubiladas, que consideran poco interesante la política.
En estas encuestas, se destaca cómo los indecisos no quieren, no saben, o no les interesa, definirse como personas de derechas o de izquierdas y esto crea aún más incertidumbre.
En Italia, donde la abstención suele ser baja -en los últimos comicios de 2008 alcanzó el máximo de las últimas elecciones con un 19,6 %- solo una parte de los indecisos finalmente no vota.
El resto decide en el último momento o incluso cuando se encuentra en la cabina de los colegios electorales y por ello son ese grupo de personas al que los candidatos a presidente del Gobierno de Italia se están dirigiendo en estos últimos días de campaña, ya que pueden hacer inclinar decisivamente el peso de la balanza.
En las elecciones de 2008, un 11 % de los considerados indecisos finalmente votó.
“No es casualidad que en estos días los líderes políticos estén intentando persuadir con promesas de todo tipo a este importante grupo de electores. Es evidente que las decisiones de éstos podrán, incluso radicalmente, cambiar el cuadro que surge de los sondeos”, señala Manheimer.
Por ello, los principales candidatos: el tecnócrata Mario Monti, que tras su experiencia en el Gobierno ha pasado a liderar una coalición de centristas, el conservador Silvio Berlusconi y el progresista Pierluigi Bersani, han arremetido en estos últimos días contra el Movimiento 5 Estrellas que lidera el cómico Beppe Grillo acusándole de peligro para la democracia.
En unos de los últimos sondeos publicados, Grillo obtiene el 16% de los votos, pero el éxito que están teniendo sus mítines y su decisión de no aparecer en la televisión o conceder entrevistas podría variar este porcentaje.
Pero también Silvio Berlusconi puede lograr votos estos últimos días entre los indecisos con algunas de sus sorprendentes promesas, como eliminar el impuesto de bienes inmuebles sobre la primera casa (IMU) y devolver lo que pagaron los italianos por esta tasa, que fue impuesta por Monti, en 2012.
Según las últimas encuestas publicadas 15 días antes de los comicios, la coalición de Bersani logrará entre un 34% y un 38% de los votos, mientras que Berlusconi alcanzará entre un 28% y un 30%.