Gustavo Madero intentaba desmentir que Ernesto Cordero le hubiera reclamado a voz en cuello -delante de Miguel Osorio Chong, César Camacho, Jesús Zambrano, Manlio Fabio Beltrones, Silvano Aureoles y Luis Alberto Villarreal- no informar a las bancadas panistas de los avances en las negociaciones de la iniciativa de reforma en telecomunicaciones.

 

Primero rió al escuchar la pregunta sobre las diferencias entre él y el coordinador de los senadores blanquiazules. Luego, el presidente del PAN advirtió que diría algo “fuerte”, y soltó:

 

“¡Me dan vergüenza ese tipo de artículos tan chafas... de chisme! No sé si es porque están mal informados o porque le quieren echar mucho sabor al caldo. Eso de que gritó, arañazos, zapatazos… ¡nada más alejado de la verdad!”.

 

Según Madero -quien a su derecha tenía en esos momentos al líder perredista Jesús Zambrano-, tal encuentro del consejo rector del Pacto por México fue “una reunión cordial, participativa, con distintas opiniones y, lo principal, se lograron acuerdos”. Y en cuanto a lo escrito por Georgina Saldierna ayer en La Jornada, agregó: “No me reclamó eso... eso que publican, no; eso no es cierto”. (¿Pero entonces sí hubo reclamo?)

 

Saldierna estaba ahí presente. Cuando terminó la conferencia de prensa (convocada por PAN y PRD para denunciar “el manejo perverso” del gobierno veracruzano al tratar de inhibir su alianza hacia las próximas elecciones), la periodista se acercó a Madero y le preguntó: ¿Entonces no hubo diferencias…? Madero, en tono suave y confidencial, le contestó: “Luego platicamos…”.

 

Su supuesto desmentido era para la galería. O, cuando menos, una verdad a medias.

 

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ALIANZA PODEROSA.- Lo que está en juego en Veracruz, ante todo, es la mayoría en el Congreso del estado. Porque desde ahí -señalarían Zambrano y Madero-opera actualmente el PRI (con una sobrerrepresentación de 2/3 partes) para controlar las instituciones de transparencia, las electorales, y tomar decisiones de gobierno que deben transitar por esa instancia.

 

Si panistas y perredistas van en alianza en las elecciones de julio, aseguran los líderes de ambos partidos, le quitarían fácilmente la mayoría al PRI, pues entre ambos suman cuando menos un millón 600 mil votos, si no es dos millones, mientras los priistas andan por el millón 100 mil. O sea, sería “una alianza poderosa”. Y eso es lo que algunos tratan de impedir.

 

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DE ESCÁNDALO EL DESFALCO EN TABASCO.- Pasivos no reportados (más de siete mil millones de pesos), faltante de recursos en cuentas de programas federales (cerca de dos mil millones de pesos), adeudo a proveedores y otros acreedores (alrededor dos mil 500 millones de pesos), robo de documentos oficiales (relativos a la obra pública), manipulación de sistemas informativos para evitar que funcionaran en cuanto entrara el nuevo gobierno.

 

Tal es el panorama -una idea del desfalco a la hacienda pública durante el gobierno del priista Andrés Granier Melo- que dio a conocer ayer el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, resultado de la primera etapa de entrega-recepción.

 

No extraña, pues, que el perredista dirigiera su mira directamente hacia el ex gobernador: “Nos queda claro a todos que por su magnitud y temporalidad, tales irregularidades no pudieron haber sido cometidas sin el conocimiento de quien estuvo al mando del Poder Ejecutivo” y que advirtiera que no habrá “ni perdón ni olvido”, ni más impunidad para nadie. Ojalá lo cumpla. Es lo menos que se espera de él.

 

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GEMAS: Regalito del panista Roberto Gil sobre la desinvitada a Enrique Peña Nieto y al general Salvador Cienfuegos a hablar en la tribuna del Senado: “Fue un acto de prudencia”.

 

anayamar54@hotmail.com | @marthaanaya

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