TOKIO. Investigadores japoneses han identificado las causas de fuga de combustible y otros problemas con el Boeing 787, pero continúan indagando el más serio problema de batería que forzó un aterrizaje de emergencia en enero y que se prohibiera temporalmente el vuelo de ese tipo de jet en todo el mundo.

 

Una filtración de aceite fue ocasionada por un inadecuado trabajo de pintura que hizo que un interruptor no funcionara correctamente, mientras que una inapropiada colocación de cinta adhesiva ocasionó grietas en el vidrio de la cabina de pilotos, y una parte defectuosa causó problemas de frenos, según la investigación del Ministerio de Transporte publicada el viernes sobre lo que ocurrió con el jet 787 Dreamliner en enero.

 

El gobierno emitió órdenes para reparar los problemas con los aviones 787 operados por Japan Airlines y All Nippon Airways, las dos aerolíneas más grandes del país y los clientes más grandes de Boeing Co. para el nuevo jet.

 

Todos los 50 jets 787 en servicio en el mundo han permanecido en tierra durante más de un mes después de que una batería de litio en un avión 787 operado por ANA se sobrecalentó el 16 de enero forzando un aterrizaje de emergencia en el oeste de Japón. Antes, también en enero, una batería de litio se incendió en un avión 787 de Japan Airlines que estaba estacionado en Boston.

 

Boeing y las autoridades de Estados Unidos también están investigando, pero los hallazgos reportados el viernes no esclarecieron el problema principal.

 

El 787 es el primer jet que utiliza ampliamente baterías de litio, las cuales pesan menos, se recargan más rápidamente y son más poderosas que otros tipos de baterías. El fabricante japonés GS Yuasa fabrica las baterías para Boeing.

 

ANA, que tiene 17 aviones Dreamliner en su flota, y JAL, con siete, han tenido que cancelar cientos de vuelos por los problemas del 787.