CIUDAD DEL VATICANO. El papa Benedicto XVI aseguró este domingo que su renuncia no significa que abandona a la Iglesia católica, sino que la seguirá sirviendo con una labor más propia de su avanzada edad.

 

A sólo cuatro días de que se haga efectiva su renuncia, y en medio del arribo de cardenales de varias partes del mundo para participar en el Cónclave -entre ellos el arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, quien partió este fin de semana- el Papa dirigió su último mensaje dominical y bendición con el Ángelus de su pontificado.

 

Ante más de 100 mil personas que abarrotaron la Plaza de San Pedro del Vaticano, y que incluso ocupaban la vía de la Conciliación y otras calles adyacentes a la plaza, Benedicto XVI, que en dos meses cumplirá 86 años, abundó en su retirada “al monte” (Tabor), pero quiso aclarar que esto “no significa abandonar la Iglesia”.

 

Jóvenes, familias con niños, ancianos, grupos parroquiales y movimientos eclesiásticos esperaron con paciencia durante dos o tres horas al Papa, cuyo mensaje no duró más de 10 minutos, como marca la tradición.

 

El Papa, emocionado, fue interrumpido varias veces con aplausos de la multitud durante su alocución a los fieles.

 

“Es más, si Dios me pide esto es porque yo podré continuar sirviendo con las mismas condiciones y el mismo amor con el que lo he hecho hasta ahora, pero de un modo más adecuado a mi edad y a mis fuerzas”, afirmó.

 

La lluvia que estos días cae en Roma dio una tregua y salió el sol, un detalle sobre el que bromeó el papa, asomado a la ventana del apartamento del Palacio Apostólico.

 

Después del mensaje saludó a los peregrinos en siete lenguas y se retiró a sus aposentos. Más tarde publicó lo que algunos afirman que será su último tuit y en el que pudo leerse “en este momento particular os pido que recéis por mí y por la Iglesia confiando como siempre en la providencia de Dios.  CON INFORMACIÓN DE EFE Y NTMX