ROMA. El mal tiempo, con nieve incluida en el norte, y las protestas de tres feministas semidesnudas contra el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi marcaron la primera de las dos jornadas de elecciones generales de Italia, las primeras en la historia de la República que se celebran en invierno.
Las primeras horas de voto de este domingo, cuando los colegios electorales quedaron abiertos de las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche, vieron una menor afluencia de personas, con una participación, que a las 19.00 hora local se situaba en el 46.80%, 2.41 puntos porcentuales menos que en los comicios de 2008, celebrados en abril con un tiempo primaveral.
Los principales líderes políticos, incluido ahora el reconvertido tecnócrata Mario Monti, cuya dimisión como primer ministro el pasado diciembre hizo que los comicios se adelantaran dos meses, votaron en distintos puntos del país en la primera jornada de unas elecciones que “a priori” arrojan un escenario incierto, con el temor de un posible Gobierno de centroizquierda inestable en el Senado.
El más madrugador fue Monti, senador vitalicio y candidato a primer ministro por las llamadas listas “moderadas”, quien acudió en compañía de su esposa a votar a las 10 de la mañana a su colegio electoral de Milán (norte de Italia) para después asistir a misa.
Una hora después hizo lo propio el candidato favorito, el líder de la coalición de centroizquierda Pier Luigi Bersani, en su ciudad, en Piacenza (norte), solo minutos antes de que en Roma, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, depositara su voto para los representantes parlamentarios de los próximos cinco años.
Todos ellos acudieron a las urnas con normalidad, pero no fue así el caso de Berlusconi, líder de la coalición de centroderecha y quien aspira a ser el próximo ministro de Economía, pues a su llegada al colegio electoral de Milán en el que vota tuvo que escuchar las protestas del movimiento ucraniano feminista Femen.
Berlusconi, que llegaba precedido por la polémica por haber atacado a la austeridad europea y a la magistratura italiana el sábado, en plena jornada de reflexión, quiso restarle importancia al suceso, llegando a bromear con los fotógrafos sobre la dificultad que para él tiene “girar a la izquierda”, incluso para posar.
“Son exageraciones. Quien razona con la inteligencia y con el cerebro no puede sino votar en una dirección y comportarse de modo consecuente. Después hay toda esta serie de situaciones fuera de la razón que existen y no podemos hacer nada”, dijo el ex primer ministro, en referencia a la acción de las Femen.
En estas elecciones, en las que el mal tiempo ha provocado algunos inconvenientes en algunos pueblos pequeños, están en juego los 630 escaños de la Cámara de los Diputados y los 315 del Senado, en el que, además de Monti, tienen puesto fijo otros cuatro miembros vitalicios, entre ellos el propio Napolitano, una vez que expire su mandato en mayo. EFE