La cirugía mayor que pretenden hacerle al PRI y sus documentos básicos el próximo fin de semana, no sólo servirá para “ajustarlo” al modelo peñista y al plan de reformas del presidente en turno; también borrará de paso viejas herencias del sexenio de Ernesto Zedillo, cuando el priismo, ante el primer mandatario que en su historia renegaba de su condición de “jefe del partido” y les exigía públicamente una “sana distancia”, se endureció y decidió autoimponerse “candados”, como reacción -algo tardía-  al embate de la tecnocracia de Los Pinos y sus ideas privatizadoras.

 

Fue en el sexenio de Zedillo, como reacción a su decreto que redujo a 30 la lista de productos reservados en la industria de la petroquímica secundaria, con lo que amplió la participación privada en esa área de Pemex, cuando el PRI reaccionó en su histórica 17 Asamblea Nacional, en septiembre de 2006, con una especie de rebelión a las medidas tecnocráticas -EZPL ya les había marcado distancia-, y metió en sus estatutos un impedimento total y tajante para que el priismo no aceptara en el Congreso una reforma que abriera nuevas áreas del Pemex  al inversión privada.

 

Ese fue un “dique” (entonces se veía como “protección” a lo que hoy César Camacho llama “camisa de fuerza) para posteriores intentos zedillistas y luego también de Vicente Fox y hasta de Felipe Calderón por continuar la apertura de Petróleos Mexicanos en áreas, por ley, reservadas al Estado.

 

También en aquella 17 Asamblea priista fue donde los iracundos tricolores se rebelaron en las mesas y rebasaron a la dirigencia de Santiago Oñate Laborde, y en medio de gritos y jaloneos, impusieron los famosos “candados” para los que aspiraran a un cargo de elección, que les exigía, en un mensaje total a los tecnócratas y a Los Pinos, haber tenido antes otro cargo de elección en el caso de presidente y gobernador. Hoy los van a eliminar, esa es la propuesta, y sólo mantienen el resto de requisitos, salvo el más duro que era la experiencia electoral previa.

 

Concluido el sexenio zedillista y ya con Fox instalado en Los Pinos (con todas las teorías conspiratorias sobre la primera derrota presidencial del PRI), el priismo creó la otra “camisa de fuerza” de la que hoy intenta deshacerse. Era 2003 cuando desde Los Pinos negociaron con Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo los votos necesarios para sacar la eliminación de exenciones. La historia ya es de sobra conocida y concluyó con la renuncia de Elba al priismo, y desembocó en la 18 Asamblea Nacional, unos meses después de aquel fallido intento en San Lázaro, con el “candado” a que el PRI discutiera siquiera modificaciones al esquema de ese impuesto que se volvió tabú.

 

Esa es la historia de todo lo que, este próximo fin de semana, el PRI de Enrique Peña y de César Camacho intentarán modificar en la 21 Asamblea partidista. Antes fueron “orgullosos escudos ideológicos y partidistas”, ahora son “camisas de fuerza” que “le impiden al priismo estar a la altura de las circunstancias” y acompañar al Presidente en su plan reformista. Aunque no se descartan algunas resistencias y quizás algún o algunos “rebeldes solitarios”, todo indica que el PRI se plegará, como lo ha hecho casi siempre a lo largo de su historia -con contadísimas excepciones como algunas de las mencionadas- a la intención del Presidente, que ha vuelto a ser el “jefe máximo” del partido.

 

Los priistas parecen pues, “muy bien planchados” para dar luz verde a las reformas más importantes, como la apertura en Pemex y la eliminación del IVA en sus exenciones, la duda ahora es cuál será la estrategia de la oposición para sacar los votos que comprometieron en el Pacto por México y evitar que sus divisiones internas le estropeen las reformas a Peña Nieto.

 

NOTAS INDISCRETAS… Hoy se promulga la reforma educativa. El presidente Peña Nieto pondrá en vigor la ley que regula y evalúa la labor del magisterio, entre otros cambios, y que ha desatado el rechazo del magisterio oficial y disidente. Veremos cómo responde Elba Esther Gordillo -la CNTE ya anunció paros y marchas en varios estados- y si la aún lideresa acude a Palacio Nacional… Se lanzan los dados. Serpiente. Mal inicio de semana.

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