El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, afirma que México es el “nuevo Medio Oriente” y lo justifica con la presencia de las plantas de gas en el norte del país que han reducido los costos de energía en Estados Unidos.
Al mostrarles a los reporteros de The Financial Times un frasco de aceite de alto grado, el directivo de la paraestatal declaró que el futuro está en el interior del recipiente. “Esto es oro puro”, dijo.
A pesar de que México es reconocido mundialmente por su industria manufacturera, Lozoya advirtió de los problemas que existen en el país para mejorar la economía y también para extraer más gas.
Afirmó que se necesita una industrialización en México “que no ha existido antes. Después de todo, tenemos la misma geología que Estados Unidos”.
Entre los problemas, apuntó el carácter ideológico y nacionalista que existe en torno a la industria petrolera desde la nacionalización de Pemex en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas, que hace que el país tenga el régimen energético más cerrado del mundo y que prohíbe los contratos con empresas privadas.
Lozoya declaró que Pemex es una de las empresas petroleras más ineficientes del mundo y que ha aumentado su nómina y disminuido su producción desde 2004.
La producción pasó de 3.4 millones de barriles en ese año a 2.6 millones el año pasado, mientras que el número de empleados incrementó de 138 mil a 160 mil durante ese periodo.
“Hay una contradicción en el hecho que México, un gran producto de energía, ahora importa gas natural y gasolina”, dijo.
El director reiteró la necesidad de una reforma energética que permitiría a Pemex trabajar mano con mano con las petroleras más grandes del mundo por primera vez en más de medio siglo.
“No lo podemos hacer solos. Debemos cambiar el marco legal de México para que las compañías compartan el riesgo”, aseguró Lozoya sobre la explotación de las reservas petroleras y de gas natural que existen en el país, pero que no han podido extraídos como se debe.
El director de Pemex finalizó diciendo que en el caso que no se cumpla la reforma energética, aun así la producción crecerá a tres millones de barriles diarios, pero sus expectativas son mucho más grandes que esta cifra.
Concluyó que la paraestatal puede también apoyar la producción en el campo, principalmente con fertilizantes.