WASHINGTON. La Casa Blanca dijo ayer que aumentará la ayuda a la oposición siria para acelerar la transición en el país, aunque no confirmó si proporcionará asistencia humanitaria o militar a los rebeldes, como han indicado informes de prensa.

 

“Seguiremos proporcionando ayuda al pueblo sirio, a la oposición siria. Seguiremos aumentando nuestra asistencia en un intento de impulsar una Siria post (Bachar al) Asad y un mejor camino para el pueblo sirio”, indicó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

 

El Gobierno de Barack Obama se plantea entregar a los rebeldes sirios chalecos antibalas, vehículos blindados y posiblemente entrenamiento militar, además de enviar asistencia humanitaria directamente a la coalición opositora, según informó ayer The Washington Post citando a funcionarios estadunidenses y europeos.

 

El anuncio puede producirse este jueves en Roma, donde llegará el secretario de Estado de EU, John Kerry, para participar en una reunión ministerial de los Amigos del Pueblo Sirio a la que también asistirá la Coalición Nacional Siria (CNFROS).

 

Kerry “conversará con los líderes de la Coalición Nacional Siria (CNFROS) sobre cómo Estados Unidos y nuestros aliados internacionales pueden hacer más para ayudar al pueblo sirio a conseguir esta transición”, apuntó Carney.

 

“Nuestros esfuerzos se centran en ayudar a la oposición a hacerse más fuerte, más cohesionada y mejor organizada; y seguiremos analizando cualquier opción posible que pueda acelerar una transición política hacia una Siria post Asad”, agregó.

 

Obama se ha mostrado reticente hasta ahora a armar a los rebeldes sirios, como le recomiendan varios líderes del Congreso y como llegaron a aconsejarle, sin éxito, su ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el ex director de la CIA, David Petraeus.

 

Según The Washington Post, el Gobierno estadunidense sigue oponiéndose a proveer armas, pero está más abierto a dar a los rebeldes entrenamiento y recursos no letales y a apoyar directamente a la coalición opositora, algo que hasta ahora no ha hecho.

 

La coalición ha sido muy crítica con Estados Unidos y otros países por no proporcionarles los recursos necesarios para organizar una estructura de gobierno paralelo a la de Al Asad, hasta el punto de anunciar que no asistiría a la cita en Roma, algo que rectificó tras recibir llamadas de Kerry y el vicepresidente, Joe Biden.

 

Hasta ahora, Estados Unidos ha proporcionado 385 millones de dólares en asistencia humanitaria al pueblo sirio a través de ONG e instituciones internacionales.

 

Estados Unidos está buscando formas más tangibles de apoyar a los rebeldes sirios y fortalecer un movimiento político que tiene dificultades para proveer servicios básicos en las áreas que controla luego de casi dos años de guerra civil, dijo el miércoles el secretario de estado John Kerry tras reunirse en París con su homólogo francés, Laurent Fabius.

 

“Estamos examinando y desarrollando formas de acelerar la transición política que desea y merece el pueblo sirio”, dijo Kerry. “Necesitamos ayudarles a proveer servicios básicos y proteger las instituciones legítimas del estado”.

 

El gobierno de Obama está preocupado por la posibilidad de que pertrechos militares caigan en manos de extremistas islámicos que se han convertido en un factor significativo en el conflicto sirio y pudiera entonces usar las armas para ataques terroristas y contra Israel. Pero teme igualmente que sirios hastiados de la constante inestabilidad pierdan confianza en una oposición que puede hacer muy poco para mejorar sus vidas.

 

El presidente Bashar Assad “tiene que saber que no puede salvar la situación con las armas, y nosotros tenemos que convencerle de ello, y pienso que la oposición necesita más ayuda para poder hacerlo”, dijo.

 

Desconocimiento de liberación de indocumentados

 

WASHINGTON. La Casa Blanca aseguró ayer que no tuvo nada que ver con la decisión de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) de liberar a varios cientos de inmigrantes indocumentados detenidos debido a la posibilidad de recortes automáticos al presupuesto a partir de este viernes.

 

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo en conferencia de prensa que la decisión, anunciada el martes, la tomaron “altos funcionarios del ICE sin ninguna participación de la Casa Blanca”, aunque no criticó la medida.

 

Según un alto funcionario citado por la cadena CNN, la Casa Blanca ni siquiera estaba al corriente de la decisión de ICE antes de que se hiciera efectiva, y tampoco lo sabía el Departamento de Seguridad Nacional, del que depende la agencia migratoria.

 

Aunque insistió en que la Casa Blanca no ha influido en la medida, Carney subrayó que sólo afectará a “detenidos no criminales, de bajo riesgo”, que quedarán sometidos a “una forma más barata de supervisión para asegurar que los niveles de detención quedan dentro del presupuesto de ICE”.

 

La agencia justificó el martes la decisión por la necesidad de prepararse para los recortes de 85 mil millones de dólares en el presupuesto federal que empezarán a aplicarse el viernes si el Congreso no actúa para evitar los recortes.

 

No obstante, afirmó que pese a haber eludido el régimen de detención, esas personas siguen sujetas a procedimientos de expulsión del país y se mantendrá en reclusión a las personas detenidas en centros del ICE por delitos graves.

 

Carney destacó que Estados Unidos ha hecho “enormes progresos” a la hora de asegurar su frontera, al “duplicar la presencia de agentes de seguridad en el suroeste desde 2004”.

 

“En lo relativo a la seguridad fronteriza, creo que la secretaria (de Seguridad Nacional), Janet Napolitano, ha dejado claro que debemos avanzar sobre los progresos que hemos hecho. Pero por desgracia, nos enfrentamos a recortes automáticos”, señaló.

 

El presidente de la Cámara de Representantes de EU, el republicano John Boehner, consideró por su parte que la medida es “indignante”.

 

“Es muy difícil para mí creer que no puedan encontrar otros lugares dónde recortar en su agencia”, dijo hoy Boehner a la cadena CBS. “Estoy buscando más información, pero no puedo creer que no puedan encontrar los recortes que necesitan sin liberar a criminales”, añadió.

 

El ICE mantenía detenidos a unos 32 mil 800 inmigrantes indocumentados en unos 250 centros de detención en todo el país.