Desde hace tiempo sabemos que Pemex enfrenta un grave problema en materia de refinación de combustibles. Año con año y trimestre a trimestre Pemex Refinación reporta fuertes pérdidas en su operación y sucesivos incumplimientos en sus metas de producción.
La semana pasada, en su Informe de Fiscalización de la Cuenta Pública 2011, la Auditoría Superior de la Federación reportó que en ese año Pemex Refinación tenía programada una producción de gasolinas Premium y Magna por 500 mil 500 barriles diarios y sólo procesó 399 mil 500 barriles por día, es decir, 20% menos. Una de las razones de estos constantes incumplimientos tiene que ver con ineficiencias operativas, retrasos constantes en las obras de reconfiguración de las refinerías y los ya tan señalados robos de combustibles.
Todo esto se traduce en que el Sistema Nacional de Refinación opere a 86% de su capacidad, con un incremento incesante en la importación de combustibles para el consumo interno y, por lo tanto, en una mayor erogación de recursos públicos por ese concepto.
Allí en estas ineficiencias en la refinación petrolera se encuentra una muy buena parte de la explicación de por qué el déficit comercial se disparó fuertemente en enero pasado.
INEGI publicó el martes que el déficit comercial alcanzó dos mil 879 millones de dólares -una cifra históricamente alta para un mes de enero desde que se mide este indicador- producto, en general, de un estancamiento en las exportaciones y de un fuerte incremento (+25.6%) en las importaciones de productos petroleros -especialmente de gasolinas, gas butano y gas propano- que, junto al incremento de 14.9% en bienes de consumo no petroleros, elevó las importaciones totales 9.3% en el primer mes del año respecto del mismo mes del año pasado.
Como se ve en la balanza comercial de enero pasado, el problema de abandono operativo en el que ha vivido Pemex Refinación desde hace tiempo -alentado por unos acuerdos sindicales poco propicios para la productividad y la eficiencia de la empresa, una mala planeación y operación estratégica, una falta de inversión desde el gobierno central, o simplemente debido a ciertas disputas internas- no sólo tiene graves implicaciones en las cuentas de la petrolera, sino que se traduce en una grave afectación a las finanzas públicas del país.
Hoy al mediodía la Secretaría de Hacienda dará a conocer el informe de las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al mes de enero y allí podremos ver otra cara, desde la perspectiva fiscal, de esta misma problemática en la que está metida Pemex.
Lo que viene, en el corto plazo, no es muy alentador. El incumplimiento recurrente y creciente que se observa en Pemex Refinación y que se traduce en mayores importaciones de combustibles, probablemente seguirá al alza en los próximos meses. Esta tendencia presionará los déficits en la balanza comercial, dado que no se espera una recuperación significativa del consumo estadunidense en este primer semestre que mejore nuestra posición exportadora.
Así que estamos viendo con mayor claridad en las cuentas externas del país los nocivos efectos de importar combustibles por no haber invertido a tiempo.
samuel@arenapublica.com | @SamuelGarciaCOM | www.samuelgarcia.com
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