RÍO DE JANEIRO. Una operación relámpago y sin incidentes de las fuerzas de seguridad brasileñas permitió recuperar en la madrugada de ayer el control de dos conjuntos de favelas en una estratégica zona de Río de Janeiro que forma parte del corredor vial para los Juegos Olímpicos de 2016.
Las barriadas Complejo do Cajú y Barreira do Vasco, que desde hace décadas estaban en manos de traficantes de drogas, fueron tomadas en media hora por unos mil 500 hombres, en su mayoría del Batallón de Operaciones Especiales (Bope) y del Batallón de Choque de la policía Militar de Río de Janeiro, apoyados por agentes de la policía civil y por unos 200 fusileros navales.
Los fusileros, a bordo de blindados de la Marina, removieron los obstáculos que los narcotraficantes dejaron en las estrechas callejuelas para dificultar el acceso de los policías a las dos favelas, territorio que es paso obligado para el aeropuerto internacional Tom Jobim de Río de Janeiro.
El Complejo de Cajú está formado por 13 favelas en las que viven unas 16 mil personas y la Barreira do Vasco está compuesta por tres barriadas con unos 6 mil habitantes.
Esos dos territorios están ubicados entre la zona portuaria de Río de Janeiro, la Línea Vermelha -vía expresa que conduce al aeropuerto- y la Avenida Brasil, que comunica el norte de la ciudad con la populosa zona oeste.
El secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame, artífice de la política de expulsión de los narcotraficantes de las favelas de la ciudad, definió la operación como “el día D” en una rueda de prensa, pero aseguró que aunque la campaña haya sido exitosa, no hay que cantar victoria.
Las fuerzas del orden permanecerán en la región hasta que se instale una Unidad de Policía Pacificadora (UPP), como se les denomina a los cuartelillos policiales permanentes instalados en las favelas, que combinan una política de seguridad con acciones sociales para rescatar el sentido de ciudadanía de la población.
“La instalación definitiva (de la UPP) depende de las informaciones de las fuerzas” que tomaron las favelas, explicó Beltrame.
La operación siguió el guion de acciones similares llevadas a cabo en otras favelas cariocas, que consiste en anunciar la entrada de la policía con varios días de anticipación para que los narcotraficantes se den a la fuga y evitar eventuales enfrentamientos que puedan causar víctimas entre los habitantes del sector.
Ayer no fue diferente y los policías y militares tomaron la zona sin disparar un solo tiro en una operación que permitió la detención de al menos doce sospechosos de pertenecer a bandas dedicadas al narcotráfico.
Según las autoridades, el control de las favelas tomadas este domingo es fundamental para, en una próxima fase, ocupar el Complejo da Maré, otra extensa barriada que está más cerca del aeropuerto internacional.