Lima, la capital peruana, está enclavada en medio de un desierto. Es de hecho la segunda ciudad más grande del mundo erigida en una zona desértica. Esto se traduce en una crisis de agua potable para las localidades más pobres de la urbe. De hecho, en verano, cuando el calor acribilla con toda su fuerza la ciudad, la carencia del vital líquido es más notoria.
Pero la Pachamama, la naturaleza, no podía ser tan despiadada, y así como dio a los habitantes de Lima un ambiente desértico, también les brindó la solución a la crisis del agua, una solución casi invisible, latente.
La clave fue el 98% de humedad en el aire. Sólo hacía falta alguien que al descifrara, y esa tarea la cumplió la Universidad de Ingeniería y Tecnología de Lima (UTEC), en asociación con la agencia publicitaria Mayo Perú DraftFCB.
Los pobladores de Bujama jamás imaginaron que la solución a su carencia de agua estaba tan cerca, flotando en sus narices, agitándoles los cabellos.
Los autos circulan uno tras otro sobre la carretera Panamericana Sur, a las afueras de Lima. Todos ellos surcan una y otra vez el desierto. Muy por encima del asfalto salta a la vista un enorme anuncio espectacular blanco. Debajo de él, sobre la base de la estructura, ‘escurren’ sendas gotas de luz neón. Es la señal de que ahí, el aire se convierte en agua.
Este ‘milagro’ ocurre justo en el kilómetro 89.5 de la Panamericana Sur, donde uno se topa con un aviso concreto: “Un panel que produce agua potable del aire”.
Este peculiar y afortunado proyecto, impulsado por investigadores de la UTEC, genera agua limpia de la humedad del aire a través de un sistema de filtración, cuyos principales beneficiarios son los habitantes de la población de Bujama.
Esta iniciativa es vista como la luz al final del túnel para hacer frente al enorme reto del abastecimiento del agua pura en el mundo.
Hasta ahora, el panel ha producido nueve mil litros de agua potable, lo que equivale a 96 litros diarios, cantidad nada despreciable si se tiene en cuenta que la fuente de abastecimiento es el aire y no una presa o un río.
“Agua hay mucha, existe en el mar, pero no es potable y los costos de prepararla para el consumo son muy elevados”, argumenta Jessica Ruas, directora de Marketing y Promoción de la UTEC de Lima.
“No necesariamente el sistema tiene que presentarse en forma de carteles, pero creo que el ingenio es fundamental para el desarrollo”, agrega.
El panel ‘milagroso’ está compuesto por cinco máquinas que convierten la humedad del aire en agua usando filtros y un condensador.
El líquido es almacenado en tanques situados en la parte alta del panel. Una vez purificada, el agua baja por una tubería hasta llegar al grifo, al que cualquier persona tiene acceso sin costo alguno.
La idea ha sido bien recibida tanto por los pobladores de la región, pero también ha despertado el interés de varios países, entre ellos México, Ghana, Rusia, España, Irán, según cuenta Ruas.
“No habíamos calculado la repercusión que ha tenido. Además de las felicitaciones porque está cumpliendo un rol social, recibimos llamadas de todas partes del mundo”.
Los costos del sistema interior del filtro rondan los mil 200 dólares, pero se debe “invertir a largo plazo para encontrar alternativas y para conseguir soluciones sostenibles”, afirma la promotora de la Universidad responsable del proyecto. (Con información de Agencias)
Comments are closed.