Las autoridades eclesiásticas recurren ahora a las multitudinarias redes sociales para difundir la fe y cada vez hay más cardenales, obispos y sacerdotes que ya cuentan con un perfil el twitter o facebook.

 

Tal es caso del cardenal brasileño Odilo Scherer (@DomOdiloScherer), con más de  29 mil seguidores, y el sudafricano Wilfrid Fox Napier (@CardinalNapier), con casi 7 mil seguidores.

 

A través de sus time lines, los clérigos ofrecen su impresiones obre los asuntos de actualidad y establecen contacto con el público, como lo hace cualquier otra persona en el mundo.

 

Scherer carga fotografías a su perfil de los lugares que visita y responde a preguntas de sus seguidores en sus entradas a la red, mientras que Fox Niper anunció en uno de sus últimos tuits, su próxima entrada al cónclave para designar al nuevo papa, el sucesor de Benedicto XVI.

 

“Último tuit antes del cónclave: Que nuestro padre escuche y responda con amor y piedad todas las oraciones y sacrificios ofrecidos para una fructífera salida. ¡Dios bendiga!”

 

 

Amigos, escuchen el llamado de la Palabra de Dios de este domingo 10:03: “Dejaos reconciliar con Dios!”

 

Mientras tanto en facebook podemos encontrar al cardenal filipino Luis Antonio Tagle con una muy activa participación; el sacerdote publica constantemente cápsulas con mensajes para los feligreses e información diversa relacionada con la fe.

 

Al momento, la página de Tagle acumula más de 129 mil likes de personas de diferentes partes del mundo.

antonio_tagle

Cabe recordar que el ahora papa emérito Benedicto XVI fue el primer pontífice en abrir una cuenta de twitter cuando inauguró su perfil el pasado 12 de diciembre con el nombre de @pontiofex.

 

La cuenta de Joseph Ratzinger como líder de la iglesia católica logró acumular millones de seguidores en sus diferentes vertientes gemelas traducidas a 9 idiomas distintos.

 

En el perfil @pontifex ahora se puede leer Sede vacante en lugar del nombre apostólico de Ratzinger y al momento tiene un total de 737 mil 31 seguidores.

 

El pasado viernes 22 de febrero, el Vaticano amenazó a los cardenales con la excomunión si alguno se atrevía a violar el juramento de privacidad que establece completa discreción en lo que se trata durante el encierro para elegir al nuevo papa.

 

Declararon que todos los aparatos electrónicos que permitieran algún contacto con el exterior serían confiscados durante el evento para evitar que alguno de los cardenales haga publicaciones imprudentes.