El enviado especial de la ONU para Yemen, Yamal Benomar, aseguró hoy que la situación permanece “muy frágil” en el país y pidió a la comunidad internacional que colabore en el proceso de transición, al tiempo que alertó de los grandes avances logrados por la red terrorista Al Qaeda.

 
“La situación en Yemen permanece altamente frágil y será imposible aplicar el acuerdo político sin el continuo compromiso político y la cooperación de los líderes políticos de todo el país”, indicó Benomar ante la prensa tras informar al Consejo de Seguridad sobre su visita al país árabe.

 
El enviado especial señaló que, pese a los avances logrados en las últimas semanas, la situación es todavía “muy precaria”, por lo que mostró su preocupación de cara al éxito del proceso de transición que tendrá su punto álgido en las elecciones presidenciales del 21 de febrero.

 
En cualquier caso, Benomar se mostró igualmente preocupado por el impacto del vacío de poder experimentado en el país, donde desde hace años el Gobierno central ha perdido el control de unas cinco o seis provincias, que han pasado a manos de insurgentes, al tiempo que subrayó que Al Qaeda controla “partes estratégicas” del sur del país.

 
“A pesar de todos los esfuerzos, Al Qaeda controla incluso ciudades”, dijo el enviado especial, que reconoció los “impresionantes avances” de la red terrorista “en los últimos meses”, en los que “por primera vez en la historia de Yemen, controla territorio estratégico no muy lejos de la capital del sur del país”.

 
Benomar informó de los pasos “satisfactorios” dados hasta ahora para avanzar en el proceso político que vive el país dentro de la aplicación de la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo para salir de la crisis y que fue suscrita por el todavía presidente Ali Abdalá Saleh el pasado 23 de noviembre.

 
“Fracasar a la hora de aplicar cualquier parte del acuerdo paralizará el proceso”, dijo el enviado de la ONU, quien informó a los miembros del Consejo de Seguridad que el país ya cuenta con un Gobierno de unidad nacional y que se prepara para las elecciones de febrero.

 
Benomar señaló que espera “muchos problemas y muchos altibajos” en el proceso de transición y aseguró que los sesenta días que quedan hasta las elecciones serán “cruciales”, por lo que la ONU trabaja con todas las partes para que sigan adelante con su compromiso con el proceso de paz y transición.

 
“Mantengo las esperanzas de que, pese a los numerosos desafíos que hay por delante, el acuerdo proporciona una oportunidad para crear unas instituciones sin exclusiones y abre el camino a unas reformas que responderán a las expectativas de quienes pidieron cambios”, señaló Benomar.

 
El enviado especial pidió también el compromiso de la comunidad internacional para ayudar a los yemeníes de cara a las elecciones e indicó que la ONU ya ha enviado al país personal de asistencia electoral.

 
“La comunidad internacional presionó para que ambas partes alcanzaran un acuerdo político y esa llamada fue respondida. Ahora es el momento de que los donantes respalden sus peticiones de reforma aportando la ayuda necesaria para aplicar el acuerdo y ayudar al país a salir de este periodo de transición”, dijo.

 
Benomar reconoció que las autoridades han dado pasos para restaurar la paz y la estabilidad en el país y, entre los avances más significativos que se aprecian, se encuentra la retirada de barricadas y puntos de control en la capital, Saná, así como la salida de grupos armados de instalaciones públicas y privadas.

 
“Queremos ver como las calles de Yemen pertenecen a su pueblo y no a las milicias, y también que sean los líderes civiles quienes dirijan su futuro, no a milicianos armados”, indicó el enviado especial, que por otra parte explicó que el presidente Saleh necesita todavía “importantes tratamientos médicos” fuera de Yemen.

 
La revuelta contra el presidente Saleh comenzó el pasado 27 de enero y ha sumido en una grave crisis política y en una espiral de violencia a Yemen, el país más pobre de la península Arábiga.