TOKIO. Las autoridades de Japón presentaron un nuevo plan para limpiar y desmontar completamente una planta nuclear que sufrió una fusión tras haber sido azotada por un fuerte maremoto, un proceso que según el gobierno tomaría hasta 40 años.

 

Goshi Hosono, el ministro de crisis nuclear, reconoció el miércoles que el desmantelamiento de tres reactores destruidos y tres barras de combustible agotadas en la planta Fukushima Dai-ichi fue un “proyecto sin precedentes” y que el proceso no fue “totalmente previsible”.

 

“Pero debemos hacerlo incluso aunque enfrentemos dificultades en el proceso”, dijo Hosono en una conferencia de prensa.

 

El ministro de Comercio, Yukio Edano, dijo que el gobierno planea llevar a cabo el proceso “con firmeza mientras garantiza la seguridad en la planta”.

 

Prometió prestar atención a las inquietudes de las decenas de miles de habitantes evacuados por la crisis cuando la planta fue golpeada por el sismo y el maremoto del 11 de marzo, en la peor crisis nuclear desde el accidente de Chernóbil en 1986.

 

El desastre causó la fusión de tres reactores de la planta, causando la liberación de una gran cantidad de radiación y la evacuación de más de 100.000 personas de la zona alrededor de la planta.

 

El nuevo plan sucede varios días después de que el gobierno declaró estable la planta, y los expertos aseguran que las instalaciones siguen vulnerables a futuros desastres.

 

Bajo el plan, aprobado el miércoles tras consultar a expertos y reguladores nucleares, la operadora de la planta Tokyo Electric Power Co. (TEPCO) empezará a retirar las barras de combustible agotadas a lo largo de dos años de sus estanques ubicados en piso superior de cada uno de sus edificios para reactores.

 

Una vez terminado el proceso, TEPCO iniciará el retiro de su combustible fusionado, la mayoría del cual se cree que cayó hacia el fondo del núcleo o incluso más al fondo, hacia el recipiente de contención en forma de vaso de precipitados, un proceso que se espera sea completado en 25 años. La ubicación y estado del combustible fusionado no se conoce con exactitud.

 

El proceso aún requiere el desarrollo de robots y tecnología que permita realizar la mayor parte del trabajo a distancia dados los extremadamente elevados niveles de radiación en el interior de los edificios de los reactores. Los funcionarios dicen que esperan contar con tales robots para el 2013 e iniciar la descontaminación de los edificios de reactores en el 2014.

 

También tienen que encontrar la manera de ingresar a cada uno de los recipientes de contención y evaluar la gravedad del daño, así como localizar los orificios y grietas por las que el agua de enfriamiento se filtra y causa una inundación del área.