LOS ÁNGELES. El actor Harry Reems, estrella del cine pornográfico y protagonista de uno de los títulos más conocidos de ese género, “Deep Throat” (Garganta Profunda), falleció el martes en Utah a los 65 años, tras una larga lucha contra un cáncer de páncreas, anunció hoy la revista Variety.

 

La popularidad de Reems se debió a su papel en aquel filme de culto, donde compartió escenas con la actriz Linda Lovelace en 1972. Esa cinta le deparó una gran fama y pudo completar más de 100 producciones para adultos entre las décadas de 1970 y 1980.

 

También vivió un episodio oscuro en su carrera cuando el FBI y el gobierno de Nixon iniciaron una cruzada contra Garganta Profunda y sus creadores, a los que acusaban de pornografía y obscenidad.

 

La cinta llegó a ser prohibida en 23 estados de EU y sufrió el acoso a sus protagonistas, especialmente al fallecido Harry, acusado de conspiración por transportar material obsceno a través de las fronteras estatales.

 

En 1976, Reems fue declarado culpable, pero un grupo de personalidades en defensa de las libertades civiles junto a actores hollywoodenses como Jack Nicholson y Warren Beatty, se pusieron de su parte y al final, su condena fue anulada.

 

Además, Reems fue contratado originalmente para aparecer en el célebre musical “Grease”, pero los productores terminaron por darle el papel a Sid Caesar, por miedo a la reacción del público.

 

La incapacidad para encontrar papeles en el cine para todos los públicos, lo orilló a una depresión que acrecentó con el consumo excesivo de alcohol y las drogas. A finales de los 80, luego de su rehabilitación, se convirtió en un exitoso agente inmobiliario.

 

Garganta Profunda fue un tremendo éxito  con una recaudación de 25 mil dólares que generó 600 millones en beneficios,  confirmándose como una de las películas más rentables de la historia del cine.