El maíz se ha convertido en la nueva materia prima para realizar cerveza en los laboratorios de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), con el cual se sustituye la tradicional cebada y da la oportunidad a los productores del grano a realizarla de manera artesanal.
La cerveza de maíz, al igual que la elaborada con cebada, se maltea y se le adiciona lúpulo, con la diferencia de que para la nueva bebida se agrega una dosis de chile para que tenga un sabor ligeramente picante, informó el jefe del Laboratorio de Enología y Alimentos Fermentados de la Unidad Iztapalapa de la UAM, José Ramón Verde Calvo.
En el sitio de Internet de la institución educativa se señala que la bebida de producción artesanal se cataloga como una nueva opción para quienes buscan diferentes sobres, además de que abre la oportunidad para que los productores de maíz den al grano que cultivan un valor agregado.
El equipo, integrado por investigadores, estudiantes que realizan su servicio social y alumnos de Posgrado en Biotecnología, se ha dedicado a formulaciones de cerveza con maíz rojo o azul; con y sin lúpulo; con chile y lúpulo o sólo con lúpulo.
El proceso de producción e investigación de la nueva cerveza es el siguiente: todas las formulaciones se describen y caracterizan en el laboratorio de la UAM, se comprueba su estabilidad y conservación y luego se lleva a una encuesta al consumidor para saber qué perfil gusta más, y con los datos obtenidos se refuerza el producto.
José Ramón Verde Calvo mencionó que se han rescatado alimentos que identifican culturalmente a los mexicanos para la elaboración de la cerveza gracias a una investigación que se enfocó en conocer el proceso de la elaboración del “sendechó”, una bebida de maíz malteado y fermentado con chile que se consumía desde la época precolombina por otomíes y mazahuas en el Estado de México.
El proyecto de la cerveza de maíz fue aprobado y es financiado por el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal y se someterán a evaluación dos patentes, una sobre el proceso de la elaboración de la cerveza y otra sobre el equipo que los investigadores diseñaron para esta producción.
Una vez otorgadas las patentes, el proceso de la cerveza de maíz podrá darse a conocer por medio de convenios.