BRUSELAS. Chipre evitó hoy su colapso financiero, al lograr in extremis un acuerdo con sus socios de la eurozona y el FMI que protege finalmente a los pequeños ahorradores, pero que impone quitas aún por definir a los grandes depositantes y otros inversores e impone restricciones a los movimientos de capital.
El acuerdo, alcanzado a menos de 24 horas del ultimátum del Banco Central Europeo (BCE) para cortar el suministro de liquidez a los bancos del país de no lograrse, supone “poner fin a las incertidumbres que han afectado a Chipre y al resto de la eurozona en los últimos días”, señaló el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, tras la reunión.
“Tenemos un acuerdo que va en el interés del pueblo chipriota y en el de la Unión Europea” (UE), dijo el presidente chipriota, Nikos Anastasiadis, al abandonar la reunión tras más de doce horas de tensas y complejas negociaciones con los presidentes de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, y del Consejo, Herman Van Rompuy.
También negociaron con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.
El pacto hasta tuvo tintes dramáticos cuando Anastasiadis, preguntó a sus interlocutores si con las condiciones que le imponían no le estaban forzando a la dimisión ante la posibilidad de también tener que cerrar el primer banco del país, el Banco de Chipre.
Dijsselbloem se mostró convencido de que éste es “un mejor acuerdo que el de la semana pasada, porque se centra más en las razones detrás de los problemas, principalmente en los dos bancos. Se han mejorado y refinado los instrumentos para llegar a los mismos objetivos.
El vicepresidente de la CE y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, dijo que el acuerdo era “absolutamente esencial”, pues permitirá reconstruir la economía chipriota, y aseguró que Bruselas hará “todo para aliviar las consecuencias sociales del programa y proteger a los más vulnerables” de este “choque económico” que sufrirá el país con el rescate.
“Es un buen acuerdo y es concluyente”, señaló el ministro español de Economía, Luis De Guindos, al tiempo que subrayó que “es bueno para Chipre y bueno para el conjunto de la unión” monetaria.
Según el, el banco Laiki (el segundo mayor del país) será liquidado “inmediatamente” con la “plena contribución de accionistas, tenedores de bonos (júnior y sénior) y depositantes no asegurados” por encima de 100.000 euros, mediante la ley de resolución bancaria aprobada por el Parlamento chipriota el viernes.
Esta medida generará 4.200 millones de euros, según Dijsselbloem, que también precisó que Laiki será dividido en un banco bueno y en uno malo, el cual será liquidado en un futuro.
El banco bueno será incorporado al Banco de Chipre y asumirá los 9.000 millones de euros que tenía Laiki a través de la Asistencia de Liquidez de Emergencia”(ELA por sus siglas en inglés) del BCE.
Los depósitos no garantizados “permanecerán congelados hasta que se haya efectuado la recapitalización” y serán después sometidos una quita apropiada.
El BCE proveerá liquidez al Banco de Chipre “en línea con las normas aplicables” y la mayor entidad del país mediterráneo se reducirá y recapitalizará a través de la conversión de depósitos o acciones de depósitos no asegurados, con la plena contribución de accionistas y tenedores de bonos.
Reh se refirió a que por primera vez desde el inicio de la crisis se impondrá quitas a la deuda sénior, al recalcar que solo se aplicará al Laiki y “se trata de una parte muy pequeña”,de manera que no es un cambio de doctrina” de la eurozona.
Dijsselbloem zanjó el debate sobre la contribución de 5.800 millones de euros que Nicosia tenía que aportar al rescate con un “ya no hablemos” de la cifra, al haber quedado obsoleta con la reestructuración bancaria.
En cuanto a las restricciones a los movimientos de capital, el Eurogrupo subrayó que estas medidas administrativas serán “temporales, proporcionales y no discriminatorias y estarán sujetas a una estricta supervisión en términos del alcance y la duración.
Sobre la reapertura de los bancos, prevista para el martes, “los detalles” de la misma serán “abordados mañana entre la troika y el Gobierno chipriota”, explicó Dijsselbloem.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, indicó que se finalizarán ahora los detalles del rescate, y que recomendará “en las próximas semanas, al consejo de la institución contribuir al programa”.
La eurozona, además, todavía espera que Rusia aporte su parte, especialmente alargando los plazos del préstamo de 2.500 millones que dio a Chipre, según el presidente del Eurogrupo.
El responsable del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Regling, por su parte, explicó que tras aprobarse formalmente el memorando de entendimiento a mediados de abril, Chipre podrá contar con el primer tramo de ayuda a principio de mayo.