La Asamblea General de la ONU aprobó hoy por mayoría el Tratado sobre el Comercio de Armas en una histórica votación que pone fin a un largo proceso negociador que comenzó hace más de una década.

 

La resolución, presentada por Costa Rica después de que tres países bloquearan la semana pasada la posibilidad de que el tratado fuera adoptado por consenso, fue aprobada por 154 votos a favor, tres en contra y 23 abstenciones.

 

Los tres países que votaron en contra de la resolución fueron Siria, Corea del Norte e Irán, los mismos que la semana pasada impidieron a última hora que el nuevo tratado fuera adoptado por consenso.

 

La resolución, aprobada por una mayoría de 154 países pero la abstención de 23, incluido dos pesos pesados como Rusia e India, solicita al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que abra el nuevo tratado a la firma de los Estados a partir del 3 de junio.

 

Asimismo, el texto exhorta a todos los Estados a que consideren la firma del tratado y que posteriormente, con arreglo a sus respectivos procedimientos constitucionales, lo ratifiquen “a la mayor brevedad posible”.

 

Los representantes de Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela anunciaron finalmente su decisión de abstenerse al considerar que el tratado “privilegia” a los países exportadores y es susceptible de ser “manipulado políticamente”.

 

Los cinco países coincidieron en que el texto del tratado “no es equilibrado”, no incluye una mención expresa a la prohibición de transferir armas a grupos armados no estatales e incluye algunas “deficiencias” que les impiden votar a favor de su aprobación.

 

También optaron por la abstención Rusia, India, China, Egipto, Indonesia y Sudán, entre otros, que explicaron uno a uno los motivos que llevaron a sus Gobiernos a abstenerse, aunque en la mayoría de los casos dejaron la puerta abierta a sumarse en el futuro.

 

La semana pasada, México lideró un intento, que fue respaldado por una mayoría abrumadora de países, de que el Tratado se adoptara por mayoría en vez de por consenso, después de que Siria, Irán y Corea del Norte bloquearan el acuerdo.