La rapidez con la que el gobierno de México reconoció ayer el triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones venezolanas del domingo, confirma que, aunque nuestro país no tenía apuesta en un proceso extranjero tan complicado, sí tenía escenario idóneo: el mantenimiento del chavismo y con él, de su política de ayuda petrolera a naciones de Centroamérica y el Caribe, que de haberse modificado con un gobierno distinto en Venezuela, habría desatado una crisis petrolera y energética que afectaría a toda la región latinoamericana.

 

Apenas el Consejo Nacional Electoral de Venezuela confirmaba el triunfo de Maduro con poco menos de 2% de diferencia, la cancillería mexicana emitió su felicitación al nuevo presidente electo y mientras otros países, como Estados Unidos se mostraban más cautos y evitaban las felicitaciones, ante el conflicto electoral que se ve venir en la nación venezolana, las autoridades mexicanas, al igual que otros gobiernos de Latinoamérica, desechaban así las protestas de los opositores y de su candidato Henrique Capriles, con el reconocimiento al nuevo gobierno chavista.

 

Tal vez la premura para emitir la felicitación del gobierno mexicano fue también en correspondencia a aquel reconocimiento, que aún en vida, hiciera Hugo Chávez del triunfo de Enrique Peña Nieto a unas horas de que se anunció el resultado electoral que daba el triunfo al candidato priista, aún con los cuestionamientos del candidato opositor, Andrés Manuel López Obrador. Claro que la diferencia en los comicios mexicanos era mucho mayor a la de ahora en las elecciones venezolanas.

 

Como sea, está claro que aun con las protestas de los opositores y los visos de un conflicto postelectoral de pronóstico incierto en Venezuela, buena parte de la comunidad internacional decidió avalar el resultado electoral oficial y de ese modo respaldar la presidencia electa de Nicolás Maduro, que representa la continuidad del proyecto bolivariano y chavista en el poder.

 

Sin embargo, más allá del curso que tomen las protestas postelectorales en Venezuela y de los riesgos de violencia que ya ayer se asomaron en las calles de Caracas, está claro que el proyecto que retiene el poder no tendrá, para nada, la misma fuerza y el control que tuvo en vida Hugo Chávez. Maduro llega a la Presidencia con una merma política importante  y con un chavismo claramente dividido que, en una parte -cerca de un millón de votos- decidió apoyar a la oposición, según los primeros análisis de la votación del domingo.

 

Además, el nuevo presidente venezolano tendrá que enfrentar a una sociedad polarizada y lo hará con una mayoría precaria, y con una oposición fortalecida que sorprendió a todo el mundo -y seguro al mismo Maduro- al colocarse, contra todas las encuestas previas, a sólo dos puntos del triunfo electoral, lo que representa una clara exigencia de cambio de casi la mitad del electorado.

 

Vista así, la de Nicolás Maduro no será una Presidencia fácil; su primer gran reto es cómo responderá al conflicto electoral y a los cuestionamientos de sus opositores. Ayer dijo que Venezuela “está ante el intento del desconocimiento de las instituciones democráticas”, y advirtió a quienes pretenden eso que “sabemos cómo responder”. Tal vez en esa respuesta se comience a definir el perfil de la nueva Presidencia.

 

NOTAS INDISCRETAS… Otros dos casos emblemáticos de la forma en que se procuró la justicia en el gobierno de Felipe Calderón serán liberados por los jueces en las próximas horas. La liberación ya ordenada por un juez de Noé Ramírez Mandujano, ex titular de la SIEDO, y la inminente liberación también del general Tomás Ángeles Dauahare, confirman que durante el calderonato se pervirtió la justicia al basar sus casos sólo en el dicho de “testigos protegidos” sin aportar más pruebas de la culpabilidad de los acusados, a los que sin embargo sí se sometió al escarnio público ¿Alguien será responsable por tamañas violaciones a los procesos judiciales?.. La energía eólica en México genera actualmente mil 300 MW y pronto sumará, por proyectos en construcción, otros mil 200 MW, informó Adrián Escocet, quien recién fue electo como presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica. Los empresarios de ese sector proponen convertirse en una de las fuentes alternativas de energía para los mexicanos, que actualmente invierte cinco mil millones de dólares en el país… Los dados se lanzan. Serpiente y caída libre.

 

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