En lo que va de la presente administración, suman siete las amenazas por artefactos explosivos en la zona metropolitana de la Ciudad de México. Ayer fue asegurada una granada, hallada sobre el toldo de una camioneta en calles de la colonia Bosques de Aragón, municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México.
Esta última amenaza se reportó después de que vecinos de la calle Bosques de los Continentes reportaron el incendio de dos vehículos afuera de un taller mecánico. Según los colonos, el incidente fue provocado por conflictos entre los mismos vecinos.
Para apagar el fuego, vecinos y autoridades utilizaron el agua de una cisterna pero una camioneta estorbaba, y al moverla se escucharon ruidos en el toldo. Al revisar la zona se percataron que era una granada.
El incidente no causó mayores daños, la granada fue desactivada y, según el reporte de las autoridades, un sospechoso fue detenido.
Focos rojos
La amenaza por explosivos se ha convertido en una peligrosa cotidianeidad en las últimas semanas. El transporte público, automóviles, oficinas, bancos, cajeros y buzones de correo pueden ser utilizados para colocar algún artefacto explosivo.
Por ejemplo, hace cinco días explotó un artefacto en una de las salidas de la estación Indios Verdes, de la Línea 3 del Metro. El explosivo, según los peritajes de la Procuraduría capitalina, estaba hecho con materiales caseros y fáciles de adquirir, como una pila de teléfono celular, un reloj, pólvora y balines.
Y aunque las cámaras de seguridad grabaron a los sujetos que colocaron el artefacto, las autoridades capitalinas aún no tienen ninguna pista de su identificación.
Tres días antes de esa explosión, una granada de fragmentación fue arrojada a una casa de la colonia Fuego Nuevo, en la delegación Iztapalapa. El explosivo no estalló y la zona fue acordonada por policías capitalinos.
Aunque no hubo detenidos ni se precisó el móvil, una de las líneas de investigación apuntaba a un ajuste de cuentas entre narcomenudistas de la zona.
El 18 de marzo pasado, en represalia por no pagar el derecho de piso, en plena tarde un comando disparó y arrojó bombas molotov al restaurante-bar La Cabaña, en los Reyes la Paz, Estado de México, dejando un saldo de tres lesionados. No hubo detenidos por el ataque.
El sábado 23 del mismo mes, un vecino de la colonia La Pila del municipio mexiquense de Metepec, halló una granada de fragmentación, sin espoleta, a unos metros del mercado San José La Pila.
El 21 de febrero, una carta bomba explotó en la avenida Tlalpan, a la altura de la colonia Toriello Guerra, cuando un par de trabajadores de mantenimiento de los buzones de Correos en esa zona intentó abrir un paquete. El trabajador sufrió quemaduras de tercer grado. Según las autoridades, dos pilas y una base de pólvora bastaron para la fabricación del paquete.
Otro caso se registró el jueves 7 de febrero, cuando dos académicos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Estado de México, resultaron lesionados al recibir un paquete que contenía un artefacto explosivo de fabricación casera, el cual estalló al ser abierto.
Las clases fueron suspendidas y toda el área del posgrado de Ingeniería, donde fue enviado el paquete, quedó con los vidrios rotos y daños en los muros.
Ante el aumento de casos de este tipo de amenazas, la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal anunció, a partir del próximo 26 de abril, la realización de una serie de simulacros para que la población aprenda a actuar en caso de emergencia por algún tipo de explosivo.
Se adjudica petardos
El movimiento armado Frente de Salvación de Tenochtitlan se ha adjudicado por lo menos dos atentados en noviembre de 2012 y febrero de 2013 en la Ciudad de México.
En un comunicado, fechado el 1 de abril de 2013, la organización se adjudica el ataque contra un cajero automático en Coyoacán el 29 de noviembre de 2012.
“…fue llevado a cabo por miembros del comando TEZCATLIPOCA del Frente de Salvación de Tenochtitlan, un ataque que no sólo destruirá el veneno del enemigo sino que también nos depurará de toda inmundicia”.
En ese documento, el movimiento advierte de más ataques. “Estas acciones sólo nos acercan al día en que hombres y mujeres simpatizarán con la causa y exhibirán su total apoyo a las organizaciones que surgirán al calor de la nueva revolución. Los ataques de nuestros comandos continuarán, se expandirán y se intensificarán”.
El 10 de abril pasado, el Frente de Salvación de Tenochtitlan acusa al gobierno federal de estar implicado en la muerte de estudiantes mexicanos por un bombardeo a un campamento de las FARC el 1 de marzo de 2008 en Ecuador.
“Este acto de injusticia alentó el entusiasmo y la determinación de nuestros comandos en Tenochtitlan. La operación del 26 de febrero en Tláhuac contra PEUGEOT fue organizada y ejecutada por el comando SUCUMBIOS del F.S.T. que sigue activo y esperando órdenes”.