Cuando pensamos en adicciones, lo primero que pasa por nuestra mente son drogas, alcohol, cigarro, sustancias nocivas en general. Nunca imaginamos que existe un alimento que puede causar un tipo de dependencia en el humano: el azúcar.
Al hablar de este endulzante no nos referimos únicamente al azúcar blanca, ya que generalmente viene añadida en muchos de los alimentos de nuestra rutina: pasteles, galletas, dulces, jugos, refrescos, bebidas deportivas, mermeladas, helados, yogurts, cereales para el desayuno y muchos platillos a los que se adiciona, como por ejemplo, en la gastronomía china y la libanesa, aparte de algunos platillos de la mexicana.
Podríamos decir que estamos atraídos al azúcar como las abejas a la miel. El ser humano consume alrededor de 238 cucharaditas de azúcar a la semana. Cada gramo de azúcar representa cuatro kilocalorías; sólo una lata de refresco de cola de 355 mililitros contiene 37 gramos de azúcar (148 kcal). Ingerida en exceso puede causar atracones (que comamos compulsivamente o a elevada velocidad), aumento de peso, problemas cardiovasculares y diabetes, entre otros.
La Asociación Americana del Corazón (AHA) recomienda no superar el consumo diario de seis cucharaditas de azúcar en mujeres, nueve en hombres y de tres a cuatro en niños.
En el siguiente recuadro podemos observar cómo estas cifras se alcanzan rápidamente; cada cubito equivale a una cucharadita de azúcar y así podemos comprender cuántas comemos sin enterarnos.
Quizá recuerde usted que al consumir alimentos ricos en azúcar, su temperamento se torna muy alegre. Estudios recientes reportan que los hidratos de carbono (entre ellos, el azúcar) liberan un químico en el cerebro llamado serotonina, el cual eleva nuestro estado de ánimo. Sin embargo, este efecto es de muy corta duración y a él siguen cansancio y letargo.
¿Es usted adicto al azúcar? Si en una o más de las siguientes preguntas su respuesta resulta afirmativa, la respuesta es sí.
1.¿Le cuesta trabajo pasar junto a un plato de dulces, chocolates o galletas sin tomar uno?
2. ¿Siente necesidad de comer “algo dulce” a lo largo del día?
3. ¿Hay veces en las que siente que no puede continuar su jornada sin consumir azúcar?
4. ¿Si deja de ingerir azúcar por mas de 24 horas le dan dolores de cabeza o cambios de humor?
Con este texto no pretendo sugerir que dejemos de comer azúcar de tajo; simplemente, que seamos moderados: tanto por salud como por cuidar la figura. Al principio, le costará mucho trabajo recatarse, incluso presentará jaquecas, ansiedad, desgano. Al cabo de un periodo, que puede ser de un mes, su cuerpo le pedirá menos y algunos alimentos le sabrán demasiado dulces (como sucede a muchos diabéticos que forzadamente debieron tomar esa medida).
¿Qué tan adictiva es? Consideremos un estudio: científicos franceses reportaron que ratas sometidas a un experimento prefirieron consumir azúcar que cocaína… Aunque no nos confundamos: obviamente eso no determina qué sustancia es más dañina, simplemente a cuál nos aferramos más pronto y con mayor intensidad.