Por encima de la ley debe estar la ética de los políticos para analizar o informar su estado de salud antes de contender por un cargo de elección popular,  sólo así se evitarán emergencias como la de Michoacán con su gobernador Fausto Vallejo, coincidieron con matices dirigentes partidistas, diputados y senadores de todo signo.

 

La mayoría de los entrevistados colocaron la salud en el ámbito privado. En contraste, Luisa María Calderón Hinojosa fue severa con Vallejo: “No hay gobernador en Michoacán”, dijo Cocoa.

 

“Esresponsabilidad de los partidos. Si pretendes dirigir a una comunidad debes saber que estás en las mejores condiciones, pero si cargas con una enfermedad larga es responsabilidad del propio partido y la persona”, comentó.

 

A su vez, Manlio Fabio Beltrones, coordinador del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, contestó: “Creo que aquellos que se postulan a una candidatura de elección popular por sí solos saben que su estado físico es el mejor para ejercer el puesto en mención. Difundir el estado de salud de una persona sería errado, toda vez que esta situación es de carácter privado”.

 

La salud es privada

 

Su par panista en San Lázaro, Luis Alberto Villarreal, recurrió a la transparencia: “Yo creo que si queremos tener un México mejor, debemos elegir a lo mejor de México; creo que así como les pedimos trasparencia a nuestros gobernantes, nosotros debemos ser transparentes con la sociedad”.

 

“La salud es un tema privado, pero en afán de la transparencia debería ser un renglón de ética política dar a conocer nuestro estado de salud”, afirmó.

 

El coordinador perredista Silvano Aureoles lo dijo en otro tono: “Sería muy sano saber el estado físico de un aspirante de elección popular, porque si bien en las campañas políticas sabemos qué tipo de persona es por ideología, por academia, porque no saber  cuál es el estado de salud de un aspirante”.

 

También la ex gobernadora zacatecana Amalia García opinó que la salud es asunto privado: “Es un asunto privado […] Nadie puede prever que alguien se va a enfermar en el camino, porque eso no lo podemos saber, es una situación que no debe tener obligación pública”.