Las autoridades anunciaron hoy la suspensión hasta nuevo aviso del transporte del área metropolitana de Boston, y decretaron el toque de queda en la localidad de Watertown donde sigue la búsqueda de uno de los sospechosos del atentado del lunes.

 

En rueda de prensa, Kurt Schwartz, jefe de emergencias del Estado de Massachusetts, pidió a los ciudadanos que no intenten acceder al transporte público hoy porque estará paralizado.

 

“Hemos confirmado con el gobernador (Deval Patrick) que quedan suspendidos todos los servicios de metro y autobús”, indicó Schwartz.

 

Asimismo, en la localidad de Watertown, donde se busca a uno de los sospechosos del atentado de la maratón, se ha pedido a los residentes que se refugien en sus casas, no salgan a la calle, que no circulen vehículos y no se abran los negocios.

 

Estas medidas paralizan la rutina de la ciudad de Boston y alrededores al menos durante este viernes.

 

La universidad de Harvard ha sido una de las primeras en decretar su cierre hoy “por preocupaciones sobre la seguridad”.

 

La Universidad de Boston, el MIT y Emerson College también han cancelado sus clases.

 

Durante toda la madrugada del jueves al viernes, Boston ha sido testigo de una enorme operación policial, con persecución incluida, que aún no ha acabado.

 

A las 22.30 del jueves los dos individuos identificados por el FBI como principales sospechosos de la colocación de las bombas en la línea de meta de la maratón del lunes mataron, según todos los indicios, a un policía del campus del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) e iniciaron una huida en un coche robado.

 

La persecución acabó en Watertown, donde falleció uno de los sospechosos en el enfrentamiento con la Policía y el otro emprendió la huida.