Los jóvenes encapuchados que desde el viernes tomaron las oficinas de la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y causaron destrozos al inmueble, condicionaron el diálogo con las autoridades de la institución para atender sus demandas y entablar el diálogo.

 

Los inconformes, que piden la reintegración de cinco alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), Plantel Naucalpan, que fueron expulsados; advirtieron que harán responsable al rector José Narro y a la Directora General de los CCH, Lucía Muñoz, de cualquier cosa que les pueda ocurrir.

 

Aseguraron que mantendrán su plantón en el vestíbulo por tiempo indefinido en demanda de la reinstalación “inmediata e incondicional” de alumnos expulsados.

 

“Esto no es una toma, ni siquiera violenta, este es una plantón indefinido al interior de las instalaciones, como se había acordado en asambleas previas y su duración no se reevaluará hasta no ver la voluntad política por parte de Rectoría” leyó uno de los jóvenes a manera de manifiesto.

 

Antes la UNAM demandó al “grupo violento” que mantiene tomada la Torre de Rectoría, en Ciudad Universitaria, que depongan su actitud y desalojen el lugar para poder negociar.

 

Asimismo exhortaron a que cualquier planteamiento de los jóvenes se debe conducir a través de lo que establece el marco jurídico universitario y apegado al espíritu universitario, que es el diálogo y los argumentos y no las acciones violentas.

 

El abogado general de la UNAM, Luis Raúl González Pérez, entregó al grupo un documento que advierte que la universidad no entablará diálogo en tanto prevalezca la violencia y la ocupación, contrarias a la legalidad.

 

“Esos actos son constitutivos de delito y, por ello, la oficina del abogado general interpuso la denuncia penal con la descripción de los hechos violentos y toma de instalaciones”, señaló González Pérez.

 

Por su parte en un pronunciamiento hecho por los jóvenes, quienes portan banderas con la insignia anarquista,  aseguraron que no son violentos y negaron haber hecho daños mayores a las instalaciones de Rectoría, cuyas paredes están pintadas con aerosol y sus vidrios rotos.

 

Además pidieron a la UNAM que retire las denuncias penales que desde el viernes interpuso en su contra ante la Procuraduría General de la República (PGR) por los daños a la Rectoría, que es considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad.

 

“Exigimos el retiro de las denuncias penales, que se fije una fecha pública del diálogo con las autoridades prepotentes y que se fije el hostigamiento y que salvaguarden nuestra integridad”, espetaron.