Muchas veces hemos escuchado relatos sobre personas famosas –o influyentes- que cometen un error o falta y que, cuando las autoridades los detienen, creen que su nombre es suficiente para violar todas las reglas y ser perdonados. Esto ocurrió con una estrella de Hollywood, lo raro fue el nombre de la celebridad pues no es de esas que generan escándalo: Resse Witherspoon.

 

Todo ocurrió en la madrugada del sábado, la policía de Atlanta vio un Ford Fusion plata que invadía las líneas que dividen los carriles y pasaban de un lado al otro, por lo que decidieron detener el auto para evitar un accidente y saber qué es lo que ocurría.

 

Al volante del coche, se encontraba Jim Toth y en el asiento del acompañante, su esposa, Reese Witherspoon. Al revisar al conductor percibieron su alto grado de consumo de alcohol por lo que le pararon la fiesta con su detención. La actriz empezó a imitarlos y a preguntarle a los policías ¿Usted sabe quién soy? de manera irónica e intimidante. El policía contestó sencillamente: “no necesito saber su nombre”.

 

Acto seguido, Reese volvió a amenazar “estás a punto de descubrir quién soy, vas a estar en todas las noticias nacionales” (no contó con que también estaría en las internacionales).

 

Las autoridades le pidieron siguiera dentro del auto, pero Reese subió aún más el tono y los retó al bajarse del vehículo. La policía le ordenó se mantuviera en el interior pero, cuando salió por segunda ocasión, fue arrestada por no obedecer una orden de una autoridad.

 

Lo mejor de todo fue cuando la policía justificó el actuar de Witherspoon, “es que ella estaba igual de alcoholizada que su esposo, seguro no entendía lo serio de la situación”.

 

La pareja fue trasladada a la cárcel del condado y tras pagar una muleta, fueron dejados en libertad horas después.

 

Es raro lo que le ocurrió a Reese, pero queda claro que nadie puede librarse de un resbalón.