Tras la expulsión definitiva de cinco alumnos del CCH Naucalpan, el grupo que mantiene ocupada la Torre de Rectoría redujo su pliego de demandas a dos puntos como condición para la entrega de las instalaciones esta misma tarde: el desistimiento de toda acción legal en contra de quienes participaron en el plantón y la instalación de una mesa de diálogo a partir de mañana.
A casi cinco días de la ocupación del inmueble, y en medio de las expresiones tanto de repudio como de respaldo por parte de estudiantes de varias facultades, la UNAM anunció la decisión del Tribunal Universitario de expulsar de manera definitiva a cinco alumnos del citado plantel por su participación en los actos violentos ocurridos en esa escuela el 1 de febrero.
En un comunicado alrededor de las dos de la tarde, la UNAM detalló que también fueron suspendidos por un año los derechos universitarios de dos alumnos, a uno más por seis meses y a otro por tres. Estos últimos casos tienen relación con los actos violentos del 5 de febrero.
La respuesta de los jóvenes se dio varias horas después. Hoy mismo se entrega el inmueble si el rector, acompañado de la directora general del CCH, Lucía Muñoz, acepta instalar una mesa de diálogo este jueves a la una de la tarde en la zona conocida como “Las Islas”, y desistirse de las acciones penales en contra de los participantes en la ocupación del edificio.
Los encapuchados dieron a conocer su decisión tras una asamblea en la explanada de Rectoría con estudiantes de la Facultad de Derecho, quienes exigían la liberación del recinto y miembros de la autodenominada Asamblea Emergente.
En su exposición, los jóvenes responsabilizaron a la Rectoría ante un eventual desalojo por la fuerza judicial antes del plazo establecido por ellos mismos para entregar el edificio.
Por la tarde, dos grupos de estudiantes marcharon hacia CU; uno desde la facultad de Ciencias Políticas en contra de una eventual intervención policial y otro más, de Derecho, para pedir el desalojo de la Rectoría.