Agentes federales arrestaron hoy a un sujeto sospechoso de haber enviado las cartas con ricina al presidente estadunidense Barack Obama, así como a legisladores y otros funcionarios, informó hoy una portavoz del FBI.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) señaló que el sospechoso, identificado como James Everett Dutschke, fue detenido en su domicilio en Tupelo, Mississippi, y los agentes catearon su casa y su centro de trabajo, un salón de artes marciales.
La ricina es una toxina que se extrae de las semillas del ricino y que requiere se ingerida, inhalada o inyectada en el cuerpo para tener efectos tóxicos.
Apenas la semana pasada, las autoridades retiraron los acusaciones contra Paul Curtis, acusado de enviar cartas con una sustancia potencialmente mortal a Obama, al senador Roger Wicker y un juez estatal.
Curtis fue puesto en libertad después de que el FBI concluyera que no había pruebas de su relación con el caso, poco después de que su abogado, Christi McCoy, asegurara que alguien le había tendido una trampa y señalara a Dutschke como posible responsable.
En una conversación telefónica el lunes con el Daily Journal, Dutshke negó “categóricamente” cualquier vinculación con el suceso y aseguró que sólo había visto a Curtis “dos veces” en su vida, debido a que trabajaba con su hermano Jack.
Aseguró que sospecha que la ex mujer de Curtis fue quien proporcionó su nombre al FBI, cuando le pidieron nombrar a gente que podría haberle tendido una trampa a su antiguo cónyuge.
Curtis, un imitador de Elvis que según su familia padece un trastorno bipolar, fue arrestado el pasado 17 de abril por el FBI y la policía local en Corinth, muy cerca de Tupelo, donde también reside Dutshke.
Fue acusado de amenazar “con matar o ejercer daño físico al presidente de Estados Unidos”, pero el Departamento de Justicia retiró finalmente los cargos.
Según las autoridades, las cartas dirigidas a Obama y a un senador republicano por Misisipi, Roger Wicker, fueron enviadas el 8 de abril desde Memphis (Tennessee), y contenían el mismo texto que otra enviada poco antes a un juez en Misisipi.
“Nadie quería escucharme antes. Sigue habiendo ‘piezas desaparecidas’. Puede que ahora tenga vuestra atención, incluso si eso significa que alguien debe morir”, señalaba el texto. “Esto debe parar. Ver algo incorrecto y no exponerlo es convertirse en un aliado silencioso de su continuación”, agregó.
Su firma, “soy KC y apruebo este mensaje”, llevó a las autoridades a sospechar sobre Kevin Curtis, que había escrito esa misma frase en algunos mensajes en Internet y en la red social Facebook.
Tras realizar varios análisis, el FBI confirmó que tanto la carta dirigida a Obama como la enviada a Wicker contenían efectivamente ricina, una proteína tóxica contenida en las semillas de la planta de ricino cuyo polvo blanquecino es mortal sólo con inhalarlo, si llega al torrente sanguíneo. (Notimex y EFE)