La policía de Bangladesh detuvo hoy cerca de India al dueño del edificio que albergaba varias fábricas textiles y que colapsó hace cuatro días en las afueras de Dacca, causando hasta ahora 376 muertos y más de mil 200 heridos.

 

Mohammed Sohel Rana, el propietario del colapsado edificio Rana Plaza, fue detenido en una vivienda alquilada por un amigo suyo en el distrito de Benapole, cerca de la frontera con India, tras cuatro días en fuga, informó el diario bengalí The Daily Star.

 

Rana, quien asegura ser coordinador de la rama juvenil de la Liga Awami del partido gobernante en Bangladesh-, ha sido trasladado a bordo de un helicóptero a Dacca.

 

Según Daily Star, el dueño del inmueble que se ubicaba en el barrio comercial de Savar, a unos 30 kilómetros de Dacca, es acusado de haber utilizado en la construcción material de mala calidad.

 

Además de Rana, los propietarios de tres de las cinco fábricas instaladas en el edificio, dos ingenieros del gobierno y la esposa del dueño del edificio han sido detenidos hasta ahora por su presunta responsabilidad en el derrumbe del inmueble de ocho pisos.

 

Los otros dos propietarios están prófugos, uno de ellos el padre de Sohel Rana -Abdul Khaleque Bepari- así como el empresario de nacionalidad española, David Mayor, director general de Phantom-Tac, una de las fábricas textiles que se alojaban en el inmueble.

 

De acuerdo con la policía y versiones de prensa de Bangladesh, los propietarios de las fábricas habrían ignorado las advertencias sobre las grietas detectadas en su estructura.

 

Mientras la policía ejecuta las órdenes de detención de los responsables, los equipos de rescate siguen trabajando este domingo sin usar máquinas pesadas, pues aún hay personas con vida y desaparecidos entre los escombros.

 

Según el reciente balance, un total de dos mil 429 personas han sido rescatadas y 371 se encuentran desaparecidas, por lo que la cifra de víctimas mortales podría elevarse, ya que unos cuatro mil trabajadores se encontraban en el momento de la tragedia.

 

El edificio, denominado Plaza Rana, albergaba cinco fábricas textiles, un banco y tiendas de electrónica, computadoras, cosméticos y ropa.

 

Miles de trabajadores textiles manifestaron el fin de semana en el país para reclamar mejores condiciones laborales y la detención de los responsables de la catástrofe.

 

Bangladesh cuenta con alrededor de cuatro mil 500 fábricas textiles de varias marcas internacionales y está en camino de superar a China, dentro de unos siete años, como el mayor fabricante de ropa del mundo.