Entre los análisis de seguridad destacan dos.

 

En retrospectiva, se recuerda cómo el 1 de diciembre los vándalos tuvieron plena libertad para actuar durante muchas horas.

 

Intentaron llegar al Palacio Legislativo, donde Enrique Peña rendiría protesta horas después como Presidente de México.

 

Como las fuerzas federales eran las garantes del acto republicano, los atacantes no pudieron ingresar.

 

Algo lograron: lanzaron bombas, robaron camiones y lanzaron uno de ellos contra las instalaciones de la Cámara de Diputados, con riesgo de causar víctimas.

 

Luego marcharon por las avenidas Reforma y Juárez, agredieron a peatones, dañaron edificios, saquearon comercios, perjudicaron monumentos históricos como el Hemiciclo a Juárez.

 

La policía de Marcelo Ebrard les permitió todo.

 

Después hubo detenciones -arbitrarias, dictaminó la CDHDF- y fue necesaria una reforma para reclasificar delitos y dejarlos libres.

 

Es el antecedente para la historia de hoy.

 

LA ESCUELITA DEL 1 DE DICIEMBRE

 

De aquellos encapuchados se ha pasado a otros, a cual más de violentos.

 

El gobernador Ángel Aguirre Rivero debe rendir hoy su informe de gobierno en Guerrero en condiciones muy delicadas.

 

Los maestros renuentes a la reforma educativa, la cual amenaza 10 mil plazas sin obligación de cátedra y exige evaluar a 60 mil más, han anunciado nuevas movilizaciones.

 

Sus manifestaciones las hemos visto: toman la Autopista del Sol, marchan hacia edificios públicos o partidistas y los atacan con salvajismo.

 

Por ello hay una treintena de órdenes de aprehensión pendientes.

 

Agrupados en la CETEG, prometen mayor virulencia.

 

Por si fuera poco, a esto se agrega la violencia en Tierra Caliente, donde ayer hubo al menos 10 muertos.

 

PF SOLO ANTE NECESIDAD EXTREMA

 

El gobierno ha mandado refuerzos policiacos.

 

La PF tiene instrucciones de intervenir sólo en caso extremo.

 

No se prefiguran escenarios, pero uno salta a la vista: si se pone en riesgo la vida de Ángel Aguirre Rivero, de los legisladores y los invitados.

 

El Palacio Legislativo será cercado.

 

Experiencia hay: el 1 de abril de 1999 René Juárez Cisneros asumió el gobierno, casualmente de manos de Aguirre Rivero, y se cercó con barricadas y alambres de púas.

 

Los invitados llegaron al aeropuerto de Chilpancingo y fueron trasladados en helicópteros a Casa Guerrero y de ahí al Congreso.

 

Hoy no será diferente… de haber informe.

 

TRES FECHAS DE MAYO DE ALTO RIESGO

 

Quedan tres fechas pendientes.

 

El Día del Trabajo, pasado mañana, con su carga histórica de protesta de la izquierda mexicana.

 

Luego vendrá la visita de Barack Obama, del 2 al 4 de mayo, con eventuales protestas.

 

Preocupante porque, como recordó ayer el coordinador senatorial Emilio Gamboa, el gobierno de Enrique Peña trata de ampliar las relaciones con Estados Unidos y no sólo hablar de seguridad, como su antecesor Felipe Calderón.

 

El Día del Maestro podría ser peor.

 

La turbulencia tiene como eje la reforma educativa y por ende en el corazón está el magisterio.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *