Desde hace una década, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) ha implementado una estrategia de recuperación de sus calles, construcciones, y tejido social, que a su vez, lo que ha generado que la dinámica cotidiana se torne cultural y turística, aseguró Inti Muñoz, director general del Fideicomiso del Centro Histórico.

 

Como parte de ese proyecto, se convirtieron Madero, Regina y Alhóndiga en corredores peatonales, que han mejorado la calidad de vida de los vecinos.

 

Las calles de Madero y Regina son las calles más seguras del Centro Histórico. Y, tras un año de haberse convertido en corredor peatonal, Madero es la calle más transitada, ya no de la ciudad, sino del país y seguro del continente americano, por donde diariamente transitan más de 250 mil personas.

 

 “Ahora tenemos problema en Madero, y es que la gente ya no cabe, es una situación que no nos esperábamos tan rápidamente”, señaló el funcionario.

 

 

Para atender a la demanda, el gobierno capitalino ha planeado una proyección de calles peatonales, que no significa que todas vayan a convertirse; entre las que podrían modificar están: 16 de septiembre, 5 de mayo, Donceles, Tacuba, algunos tramos de Isabel la Católica y 5 de febrero. La propuesta está bajo análisis y podría aprobarse con el consenso de vecinos y comerciantes.

 

“Se trabaja la posibilidad de peatonalizar alguna calle equivalente o cercana a Madero, justamente para resolver este problema de saturación, no quisiera adelantarme porque eso podría generar reacciones adelantadas, pero sí estamos trabajando en la definición y proyección de calles peatonales en el perímetro A del Centro Histórico”, señaló Inti Muñoz.

 

La siguiente vía que será exclusiva para el paso peatonal es la calle de Moneda y su extensión Emiliano Zapata; a más tardar en enero iniciará la obra y se prevé que dure tres meses.

 

 

La Historia de la calle Madero