Un jurado federal que deliberó por unas nueve horas a lo largo de dos días, declaró a José Treviño Morales, de 46 años, hermano de Miguel Ángel, alias el Z-40, culpable de asociación delictuosa para lavar dinero, por lo que enfrenta una sentencia de hasta 20 años en prisión.

 

Los fiscales alegaron que los hermanos mayores de Treviño, Miguel Ángel y Oscar Omar, quienes dirigen el cártel de Los Zetas, una organización criminal asentada en Nuevo León que se ha expandido más allá del negocio de las drogas para convertirse en el grupo delictivo más grande de México.

 

José Treviño fue uno de cinco acusados en el juicio que se extendió por tres semanas, todos acusados de asociación delictuosa. Otros tres inculpados también fueron declarados culpables. Un quinto fue declarado inocente.

 

Varios otros acusados continúan prófugos, incluidos los hermanos de Treviño. Su esposa e hija se declararon culpables de cargos menos graves.

 

Treviño observó en silencio mientras los jurados deliberaban y confirmaban su declaración. Se podía escuchar a varias personas llorando en el tribunal.

 

El abogado de Treviño, David Finn, no hizo comentarios de inmediato tras la declaración. Finn acusó previamente al gobierno de encausar a Treviño y a su familia con la esperanza de obtener información sobre sus hermanos.

 

“Es honrado. Es ético. Es frugal. No está en el negocio de la droga”, dijo Finn.

 

El fiscal Douglas Gardner dijo al jurado que Treviño ayudó a operar una trama que gastó 16 millones en 30 meses para comprar, entrenar y correr caballos. Agregó que la operación creó compañías falsas y que en algunos casos arregló carreras. Los dueños y entrenadores de los caballos, junto con otros empleados, hicieron depósitos bancarios para enmascarar el dinero producto del narcotráfico que era usado para financiar la operación, afirmó Gardner.

 

El juicio se está llevando a cabo en Austin porque las autoridades federales en el centro de Texas son los que llevan el caso.

 

Los testigos del proceso incluyeron a un fundador de los Zetas, Jesús Enrique Rejón Aguilar, alias “El Mamito”.

 

Finn ha acusado a los fiscales de tratar de humillar a su cliente asociándolo con sus hermanos. El abogado no quiso llamar a testigos.

 

Los caballos fueron confiscados y subastados por el gobierno.