Ayer, en el diario The New York Times, la actriz Angelina Jolie publicó un artículo en el que dio a conocer a la opinión pública, de propia mano, que se sometió a una operación quirúrgica en la que se le extirparon los ovarios y tejido mamario pues, según sus doctores, tenía 87% de probabilidades de contraer cáncer pues era portadora del gen BRCA1 que lo provoca.

 

La decisión, aunque difícil, la tomó para poder seguir cerca de sus hijos pues su madre, en cambio, vivió hasta los 56 años y falleció debido a esa enfermedad.

 

Brad Pitt, pareja de la actriz, ha estado al nivel de las circunstancias pues la apoyó en todo momento y denominó como “heroica” su decisión así como el anunciarlo. “Después de haber sido testigo de primera mano de esta decisión, me parece que la elección de Angie, así como la de muchas como ella, es absolutamente heroica”, informó en comunicado.

 

Con esta actitud y cercanía, Brad demuestra lo que siempre ha dicho, que es la mujer con la que quiere pasar el resto de su vida.

 

“Todo lo que quiero es que tenga una vida larga y saludable, conmigo y con nuestros hijos. Este es un día feliz para nuestra familia”, aseguró.

 

Brad se dio el tiempo para agradecer también las atenciones y cuidados que se le proporcionaron a Jolie en la institución médica en donde fue atendida.

 

Angelina, por su parte, dijo sentirse afortunada por contar con un compañero “tan amoroso y solidario”, como lo es su futuro esposo, a través de una experiencia tan terrible.

 

Esta experiencia que nos aterra a muchas, se puede prevenir siempre y cuando a partir de los treinta años, todas las mujeres acudamos a un chequeo médico, para conseguir historias buenas como ésta que mostró que lo más importante es la preservación de la salud para seguir con la familia unida y ante todo, el amor que ellos se tienen.

 

Lección de vida.