Miles de palestinos conmemoraron en Gaza, Cisjordania y Jerusalén el 65 aniversario de la Nakba (catástrofe, en árabe) el comienzo del exilio y desposesión en que, sumados sus descendientes, viven más de cinco millones de personas, en una efemérides salpicada por episodios de violencia. En las principales ciudades palestinas sonó al mediodía una sirena de 65 segundos, uno por cada año de existencia de Israel, donde más de 400 poblados árabes fueron destruidos.
Los desplazados palestinos por la Nakba, y sus descendientes, suman entre 5.1 millones y 5.3 millones, casi 45.7% de la población -según la agencia de la ONU de ayuda a los refugiados palestinos, UNRWA-. Este día el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, reivindicó "victoria" contra "todos los que han intentado enterrar la identidad y derechos" del pueblo palestino, en un discurso televisado con motivo de la fecha.
En Gaza, unas 10 mil personas marcharon con banderas palestinas y llaves de hierro o madera que simbolizan el hogar perdido. Los participantes eran de distintas facciones palestinas, desde la izquierda marxista hasta el islamismo más conservador y exhortaban a "no ceder" en el derecho de retorno de los refugiados y sus descendientes en cualquier eventual acuerdo de paz con Israel.
Por su parte, Zakareya el Agha, responsable de refugiados en la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) declaró que “no habrá paz duradera y permanente con Israel si no se debate sobre los refugiados y no se aplican las resoluciones de Naciones Unidas". Ese tema lo contempla la Resolución 194 de la ONU que reconoce el retorno de los refugiados a sus hogares pero nunca se ha incluido en las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos.
Oficialmente esta fecha recuerda el día que Israel declaró su independencia. Los palestinos con ciudadanía israelí, un quinto de la población del país, no se concentraron pues desde 2009 el Ministerio israelí de Finanzas puede reducir las subvenciones a organismos públicos que conmemoren la creación del país como un día de luto.
Después de las manifestaciones, milicianos de la franja lanzaron un cohete contra Israel, que no causó heridos ni daños materiales. Ramala, en Cisjordania fue el epicentro de la jornada con participación de cinco mil personas entre familias de campos de refugiados, representantes de la ANP, jóvenes urbanos y boyscouts que cantaban "Sueño con Haifa y Yafa" (hoy ciudades israelíes históricamente árabes que sufrieron la Nakba).
Las pancartas de los representantes de campos de refugiados subrayaban que algún día regresarán a las casas de donde huyeron o fueron expulsadas sus familias por las milicias judías y luego por el Ejército israelí entre 1947 y 1949. Unos 700 mil palestinos, dos tercios de los que vivían en la Palestina histórica, se convirtieron entonces en refugiados en Jordania, Siria, Líbano, Gaza y Cisjordania.