La presidenta de Costa Rica Laura Chinchilla aseguró hoy que la imagen de su país es más grande que cualquier escándalo y dijo que mantendrá su mensaje en la región de lucha contra la inseguridad y el narcotráfico.

 

Chinchilla apareció hoy por primera ante la prensa, luego del escándalo que ocasionó su viaje a Perú la semana anterior en un avión privado que se vincula a un empresario colombiano con presuntos nexos con el narcotráfico.

 

Si bien la presidenta reconoce que la noticia trascendido en medios internacionales, “la imagen de nuestro país es mucho más grande que este evento, que siento ha calado mucho a nivel local”, dijo al concluir una reunión de trabajo con su gabinete.

 

La mandataria aseguró que los errores fueron cometidos por sus colaboradores cercanos. Señaló que dadas sus funciones como gobernante no tiene tiempo para manejar su propia agenda y coordinar la logística de sus viajes.

 

Chinchilla dijo que su responsabilidad ahora es la de facilitar las investigaciones que realiza la Dirección de Inteligencia y Seguridad sobre la presencia en el país del empresario Gabriel Ricardo Morales , quien según el medio costarricense digital CR Hoy citando un reportaje de la revista Semana de Colombia en el 2007, está vinculado con las operaciones del narcotraficante colombiano Juan Carlos Ramírez Abadía, conocido como “Chupeta”.

 

El empresario colombiano dijo el lunes a un canal local que no conoce a Chinchilla, que el avión en que viajó la mandataria no es de su propiedad y rechazó cualquier vínculo con “Chupeta”.

 

La fiscalía colombiana confirmo recientemente que efectivamente no hay investigaciones en curso sobre Morales.

 

“Costa Rica es más grande que esto que ha pasado y lo que hemos venido sembrando es mayor que este hecho concreto. Si nuestra imagen estuviese mal, no recibiríamos en los próximos días la visita de uno de los principales presidentes del mundo, como es el caso del presidente chino”, insistió Chinchilla.

 

El escándalo comenzó el pasado 11 de mayo, cuando un escueto comunicado de la Casa Presidencial informó sobre un repentino viaje de la mandataria a Perú para asistir al boda de un hijo de su segundo vicepresidente, Luis Liberman.

 

Un jet privado se encargó de transportar a Chinchilla, su esposo, sus ministros de Comunicación y Comercio Exterior, los esposos Francisco Chacón y Anabel González, y la jefa de Despacho, Irene Pacheco.

 

El repentino viaje, al que se le agregó una breve visita al presidente peruano Ollanta Humala el lunes 13, generó suspicacias entre la prensa local hasta que CR Hoy publicó la matrícula del avión y su procedencia.

 

El Jet tipo Cessna 525B con matrícula estadounidense N93CW es propiedad de la empresa Cessna Finance Corp, y es utilizado por la compañía de capital canadiense THX Energy bajo un contrato de “leasing”, según lo registrado ante la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos.

 

THX Energy cuenta con operaciones de extracción de petróleo en países como Perú y Colombia, lo que alertó sobre un posible conflicto de interés, puesto que el gobierno costarricense venía hablando desde días atrás sobre su interés en contar con gas natural como fuente alternativa de energía.

 

Tras el regreso de Perú, el 15 de mayo Chacón habló con la prensa y aseguró que no existía ningún conflicto o interés de la empresa, más que colaborar con la presidenta Chinchilla. Aseguró que la empresa solamente tiene en Costa Rica una pequeña dedicada a la agricultura; pero nada relacionado con la extracción de gas natural en el país.

 

Además, insistió en que fue la empresa la que se ofreció a ayudar a Chinchilla, y reveló que fue en este mismo avión en el que la presidenta viajó a Venezuela el 7 de marzo para asistir al funeral del presidente venezolano Hugo Chávez.

 

Sobre quién fue el responsable de hacer el contacto para utilizar este avión, Chacón señaló a la Dirección de Protocolo de Casa Presidencial, y comentó que el contacto se realizó por medio de los pilotos de la aeronave.

 

Nuevas informaciones de CR Hoy revelaron que Chacón y Pacheco se reunieron con el representante de THX: Morales, un colombiano nacionalizado costarricense.

 

Días después Chacón renunció como ministro de Comunicación y reconoció que siempre defendió la transparencia de la empresa que prestó el avión a la presidenta sin conocer la verdadera identidad de Morales y los cuestionamientos a su alrededor. Pacheco también dimitió.

 

La presidenta se comprometió a no utilizar más aviones privados para sus viajes en lo que resta de su administración, la cual finaliza en mayo del 2014.

 

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