WASHINGTON. Si bien los negociadores del Senado pudieron firmar una propuesta de reforma migratoria, un grupo bipartidista en el Congreso parece atascado en la cuestión de la asistencia sanitaria para los inmigrantes recién legalizados.

 

Si la reforma migratoria dio un paso hacia adelante en el Senado esta semana, podría dar un salto hacia atrás en la Cámara si los negociadores de ambos partidos no pueden concretar cómo los inmigrantes recién legalizados pueden tener acceso a cuidados de salud asequibles bajo la presidencia de Obama.

 

El grupo, que ha estado trabajando durante casi cuatro años en la legislación de la reforma de inmigración, puede fracturarse sin resolver el problema de salud, un serio revés, pero no fatal, para las perspectivas de la reforma migratoria para los republicanos en la Cámara.

 

El aparente obstáculo para lograr la reforma migratoria se encuentra en los repetidos esfuerzos republicanos en el Senado para derogar el Obamacare.

 

Los demócratas estan preocupados de que el acuerdo podría ser interpretado en el sentido de que el recién legalizado, que tendrá que esperar una década para lograr la ciudadanía, no será elegible para los subsidios de seguro de salud y de Medicaid, y por lo tanto estaría en riesgo de deportación en caso de que sobrepasara las facturas médicas que no está en condiciones de pagar. Republicanos y demócratas coinciden en que ninguno de los que han entrado al país ilegalmente deben tener acceso a los programas federales de apoyo hasta que hayan alcanzado el estatus legal permanente.

 

El congresista republicano Raúl Labrador, de Idaho, dice que le preocupa que los inmigrantes recién legalizados sean demasiado pobres para pagar un seguro de salud en los mercados de salud.

 

Labrador sostiene que muchos de los 11 millones de personas en el país que se encuentran de manera ilegal, sin una cobertura de un empleador o de un cónyuge, se verían obligados a carecer de seguro debido a los altos costos del seguro de salud subsidiado por la ley de atención de salud. En el caso de una emergencia médica, las deudas podrían abrumar a los que tienen seguro, empujando los costos fuera de los estados y localidades para pagar la cuenta -una carga fiscal que no convence a los republicanos.

 

En una charla con la prensa, Labrador se cuestionó si aquellos que no podían pagar la factura de la salud podrían permanecer en el país.

 

“Lo que podría ser la historia al final de esta sesión es que el Obamacare mató la reforma migratoria “, dijo Labrador. “Y es porque es muy difícil para las personas comprar su propio seguro de salud. Podría ser -para los demócratas- que su prioridad número uno, el Obamacare, matara lo que dicen es su prioridad número uno ‘la inmigración’”.

 

Los demócratas creen que el asunto todavía se puede resolver.

 

“Tenemos la esperanza de que podemos hacer algo lo más rápido posible”, dijo el demócrata Xavier Becerra de California, miembro de las negociaciones bipartidistas.

 

Pero aun en medio de la discordia y la crítica, sigue habiendo un fuerte impulso entre los legisladores en el Congreso de llegar a acuerdo sobre la reforma migratoria.

 

Un acuerdo final inmigración “no va a ser el proyecto de la Cámara, no va a ser el proyecto del Senado, va a ser algo de todos, y así es como funciona compromiso”, dice Labrador.

 

(Agencias)