MADRID. Ayer fueron formalmente arrestados Arthur Budovsky, máximo responsable de Liberty Reserve, considerado por autoridades de Estados Unidos como “el banco de referencia del mundo criminal”, y su segundo, Azzeddine El Amine, acusados de blanquear más de seis mil millones de dólares con “dinero virtual”. Ambos se opusieron a ser entregados a las autoridades estadunidenses, por lo que el magistrado dictó su ingreso en prisión a la espera de la petición formal de extradición de aquel país.
Las autoridades federales de EU acusan a Liberty Reserve de facilitar el lavado de seis mil millones de dólares a través de su sistema de moneda virtual. La firma, al contrario que otras entidades financieras online, permitía abrir una cuenta con sólo presentar un correo electrónico y crear perfiles virtuales sin confirmar, lo que facilitó operaciones encubiertas a través de su moneda virtual.
La semana pasada, Budovsky y Azzeddine El Amine fueron detenidos por la policía española en el aeropuerto de Madrid-Barajas cuando estaban en tránsito procedentes de Marruecos y con destino a Costa Rica, sede de Liberty Reserve. Tras la petición de las autoridades estadunidenses comenzó la investigación en España que al fin aprehendió a Budovsky, de origen ucraniano y nacionalizado en Costa Rica, y El Amine, de origen marroquí y también de nacionalidad costarricense.
La detención de ambos condujo a otros tres arrestos: dos en EU y uno en Costa Rica. El paradero de otras dos personas implicadas es desconocido, según las autoridades federales. Esa red habría realizado más de 55 millones de transacciones ilegales en todo el mundo, por más de seis mil millones de dólares procedentes de delitos como el fraude financiero, piratería informática, tráfico de drogas y pornografía infantil.
Hace años que las autoridades estadunidenses comenzaron la investigación sobre esta empresa al sospechar que la utilizaban ciberdelincuentes y pidieron a España que investigara a los dos responsables. El Departamento del Tesoro estadunidense aseguró que Liberty Reserve no se dio de alta como servicio de envío de dinero, pese al gran volumen de transferencias realizadas. En 2011 la compañía fue investigada por las autoridades de Costa Rica, por lo que, posteriormente, pasó a "funcionar clandestinamente bajo una serie de compañías pantalla".