“Algo cambió”, dijo Chris Anderson, ex editor en jefe de la revista Wired al señalar que antes las personas no podían aspirar tan fácilmente a desarrollar su propia fábrica, mucho menos llevar a la realidad sus ideas o producir masivamente sus inventos.
“Eso debían dejarlo a las grandes compañías”, explicó el fundador y director de 3D Robotics, durante su conferencia magistral en IBM Business Connect 2013.
Sin embargo, esta condición cambió con la llegada de la manufactura digital.
“Un hombre puede tener una idea y materializarla”, dijo Chris Anderson.
Esto gracias a la Tercera Revolución Industrial.
“Revolución es una palabrota, ojalá cuando hayamos terminado estén de acuerdo conmigo. Estamos al inicio de una nueva revolución”, detalló.
La primera Revolución Industrial empezó en 1700.
“Fue a partir de 1976 cuando se tuvieron las primeras herramientas de la primera revolución, donde cambiamos la fuerza generada con músculos por las máquinas. La rueda fue una tecnología original de la edad media, pero en 1776 fue reemplazada, permitiendo que una persona pudiera hacer girar varios elementos, logrando fortalecer al humano, permitiendo que una persona lograra obtener más de lo que lograba en el pasado”, dijo Anderson.
Cada revolución tecnológica trae consecuencias en los seres humanos, incluso fisiológicas. Ya que el acto de amplificar el potencial humano y cambiarnos de sólo utilizar la energía en los músculos a utilizar más energía del cerebro genera una revolución de tipo social también.
“La segunda revolución industrial fue la de la computación, no fue nada más la invención de la computadora en sí, eso fue claro importante, pero eso no fue lo que cambió al mundo, lo que cambió al mundo fue la democratización de la misma, poniendo en las manos de la gente esto, en las manos de todos”.
De acuerdo con Anderson, esta revolución digital también fue de carácter social, ya que publicar de una computadora de escritorio es un ejemplo del poder que tiene la democratización.
“Al democratizar las herramientas se pasó a algo tan poderoso como el diseminar y publicar algo. Creamos una explosión de innovación, de actividad empresarial, lo que quiere decir, democratizar las herramientas de producción”.
“Esto es lo que quiere decir la segunda revolución industrial, la democratización de lo digital”, concluyó el director de 3D Robotics.
La tercera es la combinación de las dos anteriores.
“Tenemos la fabricación, la manufactura y lo digital, una vez más no se trata de crear la manufactura digital, porque eso ya se ha presentado desde hace 30 años en las fábricas, sino su democratización, la democratización de la manufactura digital”, explicó Chris Anderson.
Y toda revolución tiene su generación, la de la Tercera Revolución Industrial es Maker Movement:
“Maker: La democratización de la manufactura digital. Es tomar el modelo web y aplicarlo al mundo real; nueva revolución industrial que básicamente es retomar todo lo que hemos aprendido sobre la web y aplicarlo a la manufactura física y la innovación empresarial en torno a lo físico”.
La gente que está impulsando esta revolución son los emprendedores, los que están arrancando empresas con herramientas digitales. Él lo sabe, es director de la única compañía que elabora drones en México, levantó una empresa en Tijuana que inició en un garaje de un joven de 19 años y que hoy está en vísperas de mudar de residencia a San Diego, California.
“Yo soy un empresario de tecnología en México, esto no es sólo una pasión que yo tengo, es una revolución”
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