El operativo Rápido y Furioso, con el que el gobierno estadunidense armó ilegalmente a los cárteles de la droga mexicanos revivió, luego de que el Departamento de Justicia diera a conocer un informe de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) que buscaba desacreditar al agente que reveló el programa.
El memorando de la ATF, difundido por la revista The New American, pretendía “manchar” al agente especial John Dodson y contradecir su testimonio ante el Congreso, de que gracias a Rápido y Furioso se pusieron miles de armas de alto poder en manos de criminales.
Este último giro del escándalo rodea al ex fiscal de Estados Unidos, Dennis Burke, uno de los funcionarios en el centro del esquema de tráfico de armas de fuego fuera de la ley. Este ex funcionario renunció en agosto de 2011 junto con el jefe interino de ATF, Kenneth Melson, luego de que Dodson pusiera al descubierto el operativo.
De acuerdo con la revista, el memorando buscaba desacreditar a Dodson, debido a que éste había esbozado el operativo en una nota escrita a mano, a lo que el agente especial argumentó que había advertido la peligrosidad del operativo desde el principio, sólo poniendo la trama en un papel y en un esfuerzo para mostrar a sus superiores lo absurda que era.
“Cuando el agente de la ATF fue con el senador Charles Grassley y la CBS News dio el pitazo, Burke quería desesperadamente proteger su reputación. El funcionario se enteró de que el reportero Mike Levine, de Fox News, estaba trabajando en un reportaje sobre el tema, por lo que Burke filtró el memorando a esa cadena”.
“También concluimos que la divulgación de la exposición de Burke contra Dodson fue probablemente motivado por el deseo de socavar las críticas públicas del agente de la Operación Rápido y Furioso”, dijo la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia en su informe.
“Aunque Burke negó a investigadores del Congreso que tenía algún motivo de represalia por sus acciones, encontramos evidencia sustancial de lo contrario”, dijo el Departamento de Justicia.
Burke reconoció que lanzó la nota en cuestión – una violación de la política del Departamento de Justicia – en un esfuerzo “inocente”, pero equivocado, para proporcionar “contexto” para la historia.
Poder de fuego
La operación Rápido y Furioso consistió en el ingreso de cerca de 2 mil armas de fuego de Estados Unidos a México para seguir a sus compradores, presuntamente relacionados con los cárteles de las drogas, pero una vez que llegaron a territorio nacional se les perdió el rastro.
Lo anterior provocó que la operación sea objeto de investigaciones por parte del Congreso estadunidense y del Departamento de Justicia, luego de que al menos 122 armas halladas en 48 escenas de crímenes en México están vinculadas con Rápido y Furioso.
Algunas de las armas recuperadas en México aparentemente fueron usadas para matar tanto a Brian Terry como a Jaime Zapata, agentes de EU.