Año tras año Ulises Pérez Mancilla venía entregando guiones al concurso de proyectos de cortometraje del Festival Mix de Diversidad Sexual en Cine y Video. Hoy, en su XVII edición, el guión O ser un elefante, resulta ganador.

 

“Una de las lecciones me la dio el jurado calificador cuando eligió mi guión por ser más luminoso que el otro que había entregado lleno de sexo, drogas y violencia” dice en entrevista a 24 HORAS.

 

Ulises, es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, actualmente estudia la carrera de producción en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC).

 

“Lo que me gustaría hacer es un cine pequeño. Producir el tipo de películas que a mí me gustaría hacer como director o guionista”, cuenta.

 

¿Cómo te ves en la industria? ¿como director, guionista, productor, cuál te acomoda más?

“Me motivó estudiar producción el hecho de que podía verlo todo de manera integral y puesto que no hay industria como tal, sino un cine prácticamente subsidiado. Me gusta la idea de crear a partir de lo que se tiene para producir, pues hacer cine es muy caro… Mucho del cine mexicano que se hace hoy está fuera de proporción. Películas que cuestan hasta 60 millones que no recuperan ni el 50% de la inversión. Cuestan por igual, no importa si son de época, de batallas, comedias románticas, actuales, etc”.

 

¿Cuánto costó O ser un elefante?

“250 mil pesos. Fue un premio otorgado por IMCINE. Se realizó en 3 días y es un corto relativamente barato porque los hay hasta de un millón y medio”.

 

Decías que tenías años entregando guiones al Festival… ¿tienes más guiones?

“Sí, tengo 2 de largo y como una docena de corto. Hasta ahora había escrito sobre diversidad sexual, a través de lo que yo conocía sobre encuentros sexuales clandestinos, imposibilidad del amor en parejas homosexuales, VIH. Espero poder realizarlos algún día. Lo más importante es que detrás de todo eso que escribo hay una intención por hablar sobre el amor como el reconocimiento hacia la existencia del otro y que de ese reconocimiento depende, en mucho sentido, un estado de gracia y de felicidad.

 

“Mi premisa en casi todo lo que abordo es que si ese reconocimiento no existe, el individuo se enferma y esto ocurre por ejemplo a nivel social. Por eso pienso que el VIH es una enfermedad de odio… cuando se superó la pandemia y la gente dejó de morirse por el SIDA, se convirtió en una enfermedad social. Hay poco cine que hable de esto en México y yo quisiera abordarlo en mi ópera prima como director y guionista”.

 

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Con respecto al Festival Mix, parte de lo que se muestra entraría en una cine-denuncia. Hoy, viendo sobre ataques homofóbicos en el mundo, ¿qué opinión tienes al respecto del aporte del cine a esta problemática?

 

“No estoy seguro que a través del cine se pueda cambiar a las personas, no así de manera tan mágica… pero sí creo que tocar estos temas en el cine es saludable, porque lo muestras y dejas registro de lo que ocurre. Para mí ha sido un revés social, porque cuando individualmente pensaba que había muchas cosas superadas respecto al tema de la homofobia resulta que ha vuelto a imponerse el estigma a nivel no sólo local, sino global”.

 

“En mi caso, como realizador, creo que el respeto a la existencia del otro debe imponerse y comenzar a hablarse del otro como persona integrada al contexto social sin violentar su esencia. Hacerse parte del contexto. Por eso, en el caso de O ser un elefante quise alejarme de la denuncia evidente”.

 

En ese sentido, consideras que también falte algún retrato de relaciones sociales más abiertas en las que la heterosexualidad no sea agresora, sino construir desde la ficción la relación que “debería” (si no es que la hay) ser.

 

“Sí, lo creo totalmente.  Por ejemplo, lo que hace “gay” a mi corto es el contexto, el hecho de que aborde la historia de una pareja homosexual, pero el tema central es el duelo por la pérdida. Más que hacer un cine de reclamos o exigencias, yo creo que ganamos más  compartiendo el universo que nos hace tan iguales socialmente con los demás, incluidos los heterosexuales, por supuesto”.

 

“Con O ser un elefante quiero decir que compartimos un estado natural del ser, más allá de nuestras diferencias sexuales o de género y en este caso es el dolor o el sufrimiento, que de alguna manera nos hermana”.

 

La cinta se presenta dentro dentro del programa “Amor a la mexicana: Tanática” del XVII Festival Mix de Diversidad Sexual en Cine y Video, el próximo domingo 16 de junio en el Cinépolis Diana a las 17:15 horas y el viernes 21 de junio en Cine Lido a las 20:30 horas.

 

Protagonizado por Luis Ernesto Verdín, Pablo Mezz y Kristian Laurrabaquio. Fotografía de Mario Guerrero.