México sencillamente no funciona e hilvanó su tercer empate sin goles consecutivo en casa, ahora frente a Costa Rica, que tuvo las mejores ocasiones de gol, en este duelo correspondiente al hexagonal final de la Concacaf rumbo a la Copa del Mundo Brasil 2014, disputado en el estadio Azteca.

 

Con dos partidos de más, el conjunto tricolor se pone de líder en la eliminatoria mundialista al sumar su quinto empate donde sólo ha vencido a Jamaica, en seis partidos jugados.

 

Con este resultado, el “Tri”, que solo ha marcado tres goles en seis juegos, sumó ocho unidades, con un juego más, en tanto los costarricenses llegaron a los mismos puntos, pero con un duelo menos.

 

En el encuentro se destacó una amonestación al Javier “Chicharito” Hernández, al minuto 30, en un jaloneo cuando se cobraba un tiro de esquina.

 

El partido de la selección mexicana contra su similar de Costa Rica, pactado para las 19:00 horas en el Estadio Azteca, arrancó con un retraso de 15 minutos.

 

El retraso fue provocado porque, según comentó Eduardo Li, presidente de la Federación Costarricense de Futbol, los policías que debían conducirlos al coloso de Santa Úrsula los llevaron por otro camino.

 

Ante esta situación, el árbitro, el estadunidense Mark Geuger, dio su aval para dar una prórroga de 15 minutos, lo cual pone en aprietos a la escuadra azteca, que a las 23:30 horas deberá volar a Brasil.

 

Ticos, más animados que mexicanos

 

Al coro de “llegó la Mancha Roja, Roja” empezaron a ingresar al Estadio Azteca los miles de seguidores de la selección de Costa Rica para apoyar a su equipo en busca del segundo “aztecazo”.

 

Los aficionados ticos llegaron eufóricos, confiados en que su selección puede salir victoriosa esta noche y todo porque el equipo mexicano no sabe ganar en su casa.

 

“¡Oe, oe, oe… ticos, ticos!” fue otro coro que entonaron antes de cruzar el umbral poniente del Coloso de Santa Ursula.

 

Esa parte del escenario fue el punto de reunión para ellos, donde corearon y cantaron, ondearon sus banderas y unos arribaron con el lábaro patrio de Brasil y para las cámaras gritaron: “¡Nos vamos a Brasil, nos vamos a Brasil!”.

 

Ellos le pusieron color, fiesta e ilusión de triunfar. “Vamos por el segundo `aztecazo´ y les va a doler todo”, dijo uno de ellos.

 

Y mientras soñaban, se tomaron la foto del recuerdo con el Estadio Azteca de fondo. “Que nos echen a `Chicharito´, que nos echen a quien sea”, gritaba un eufórico aficionado.

 

 

Del lado de los mexicanos no se desborda la pasión y euforia, los aficionados caminan al ingreso del estadio como autómatas, como para ver qué puede pasar esta noche.

 

Los gritos que se escuchan son de los vendedores. “Llévese la capa, a diez, a diez”, se escucha.

 

Ante la amenaza de lluvia, para los más sofisticados hay la manta que cuesta 100 pesos, así que la mayoría se protege ya de la eventual lluvia y algunos agarran valor para lo que venga y se toman su cerveza, no sea que el “Tricolor” vaya a perder.

 

Pero los mexicanos están serenos, no hay aspavientos ni envalentonados, será que su selección no les da para eso, será que le tienen desconfianza, tanto así que hoy no hubo tumultos, como sucedió en la pasada final del futbol mexicano.